El citado juicio militar será celebrado entre el 16 y el 26 de mayo por el caso conocido como el más grave de violaciones y agresiones sexuales en el seno del Cuerpo de la Guardia Civil, y tendrá lugar en jornadas de mañana y tarde en el Tribunal Militar Territorial Primero de Madrid, donde será juzgado el correspondiente sargento de la Guardia Civil por numerosos delitos de violaciones, agresiones sexuales, lesiones graves, maltrato de obra y abuso de autoridad contra una compañera guardia civil subalterna de este en un cuartel de la Región de Murcia.
Los hechos se remontan al año 2010 cuando el sargento y la agente guardia civil mantuvieron una breve relación sentimental hasta 2011. La relación acaba cuando el primero decide retomar su relación con su esposa y por tanto finalizarla con la guardia civil, hecho que la agente aceptó sin problema. Meses después el sargento decide nuevamente reanudar la relación con ella, ante lo cual nuestra compañera se negó, dando lugar al inicio de un calvario personal hasta 2016 donde cae en una depresión mayor y finalmente decide denunciar con la ayuda y el apoyo de AUGC y de sus servicios jurídicos.
Tal y como consta en el Sumario Judicial Militar durante ese lustro el sargento intentó reanudar la relación sentimental y al ser rechazado acosó a la víctima con emails, llamadas telefónicas, apariciones en su domicilio, etc., donde utilizaba la coacción, el insulto, las vejaciones y las amenazas como armas para conseguir sus objetivos de encuentros sexuales.
Ante el rechazo por parte de la agente el correspondiente sargento, abusando de su autoridad como superior jerárquico, aprovechó para nombrarle servicios y horarios donde poder quedarse a solas con la guardia civil y así poder comenzar tocamientos, agresiones sexuales y finalmente violaciones utilizando para ello el abuso de autoridad, la intimidación, el acoso laboral y finalmente la violencia, todo ello con total impunidad.
Finalmente aumentó su intimidación y coacción personándose a altas horas de la noche en el domicilio de la víctima forzándola a abrir la puerta bajo amenazas de escándalos o divulgación de su situación y nuevamente forzándola sexualmente, hasta el punto que esta como medio de defensa inutilizó el portero electrónico de su domicilio.
Si todo ello no fuera grave durante dicho periodo y fruto de las violaciones la víctima quedó embarazada y fue obligada a abortar por el sargento nuevamente bajo amenaza, coacción e intimidación. Durante estos cinco años esta dramática situación está salpicada de cambios de horarios innecesarios, cambios de puesto de trabajo, acoso laboral, quejas injustificadas, etc.
AUGC representa a nuestra compañera desde 2015 y le muestra un apoyo total
Los hechos denunciados ocurren entre 2011 y 2015 sin que nuestra compañera tenga fuerzas para denunciar los hechos, ni siquiera cuando un compañero guardia civil y una teniente denuncian los hechos internamente en el Cuerpo de la Guardia Civil. Una situación perfectamente entendible ya que la víctima estaba derrotada y hundida física y psíquicamente y por aquel entonces no fue capaz de denunciar los hechos, motivada por el miedo a perder el puesto de trabajo, a no ser creída en un Cuerpo fuertemente jerarquizado, a la vergüenza y al dolor de tener que relatar y revivir tan repugnantes hechos.
Finalmente en el año 2015 tiene que pedir la baja a razón de su grave situación física y psíquica y solicita ayuda a la Delegación de Murcia de AUGC, poniendo nuestros servicios jurídicos inmediatamente a su disposición y nuestro apoyo personal y emocional. Tal es así que, aunque no se atrevió a denunciar si nos autorizó a realizarlo desde AUGC y es lo que realiza la entonces Secretaria de Igualdad de AUGC en un escrito al Director General de la Guardia Civil ARSENIO FERNANDEZ DE MESA, que ordena una investigación policial que nos ha llevado no sin problemas hasta el día de hoy. Desde entonces ha sido asistida y representada por los servicios jurídicos de AUGC que continúan hasta el día de hoy, 7 años después de presentadas las denuncias iniciales.
AUGC espera una condena ejemplar para el Sargento a pesar de la lentitud de la Justicia Militar
Inicialmente la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil en Murcia instruyó diligencias policiales entregadas en su momento en el Juzgado Togado Militar núm. 14 de Cartagena y por parte de AUGC se presentó denuncia por los hechos en el mismo Juzgado, al tiempo que solicitaba que debía ser la Jurisdicción Ordinaria la que debía juzgar los hechos, lo cual fue rechazado.
Finalmente, el Sargento será juzgado esta semana por diversos delitos de abuso de autoridad, agresiones sexuales, lesiones graves, etc., solicitando el Fiscal Militar penas superiores a 15 años y la acusación particular por representación de los servicios jurídicos de AUGC penas superiores a los 22 años.
AUGC entiende que este tipo de delitos deberían ser juzgados por la Justicia Ordinaria y así lo solicitó, sin embargo, será la Justicia Militar quien lo haga con una lentitud excesiva de más de 7 años y dos suspensiones anteriores de juicios. Una dilación que es un beneficio para el presunto autor y un martirio para la víctima cuya situación física y psíquica continúa siendo grave, de la que no podrá recuperarse hasta que no se dicte sentencia y finalice el calvario judicial.