Dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas se encuentra la situación mundial de las niñas.
Invertir en salud, seguridad y educación de las niñas es invertir en su futuro más inmediato.
Sin embargo este objetivo ni es el prioritario o ni siquiera existe en muchos países donde precisamente la situación de las niñas es más inhumana. Esta es la realidad.
Las imágenes de niñas y niños en las migraciones consecuencias de las diferentes guerras nos invaden día tras día y las cifras de abusos sexuales, abandonos, maltratos, etc. son una constante que parece no ser demasiado escandalosa como para lanzar un STOP.
Todos los abusos y crímenes que se vierten sobre la infancia se multiplican cuando las víctimas son ellas: las niñas. Son el colectivo más vulnerable donde los haya.
Ésta es la lamentable situación global y de ella todos y todas somos culpables en distinta medida como parte de las diferentes sociedades a las que pertenecemos.
Adquirir una conciencia crítica de la situación es el punto de partida de las reacciones y sus consecuencias y cambios.
Es un hecho y también una declaración mundial afirmaciones como que “las mujeres están en el centro de los cambios económicos, políticos y sociales y desempeñan un papel en la prevención y resolución de conflictos” sin embargo su empoderamiento y acceso a puestos de poder y/o decisión cuentan con innumerables reticencias ante una sociedad permanentemente machista y excluyente.
Nuestro ámbito laboral es un reflejo de la sociedad de la que sin duda se nutre con sus efectivos y las cifras ponen de manifiesto cuestiones como la escasa presencia de las mujeres con respecto a los hombres, los altos índices de absentismo laboral, el acoso sexual, etc. sin embargo no está insertada una conciencia crítica que provoque el diagnostico de estas situaciones de discriminación hacia la mujer en los contextos de cambio como el propio Consejo de la GC.
Muchos niños y niñas sueñan con ser guardias civiles al paso de una patrulla de servicio pero de estos y estas ¿cuántas mujeres acaban cumpliendo ese objetivo?
Sin duda son necesarias políticas concretas y específicas de educación para la igualdad de trato y oportunidades desde edades muy tempranas.
Desde la Secretaría de la Mujer de AUGC hemos escuchado no pocas veces que la Guardia Civil no es atractiva para las mujeres. Desde luego en AUGC tenemos otros indicadores de porque no hay más mujeres en la Guardia Civil y nada tiene que ver con el grado de atracción sino más bien con la carencia de medidas específicas para la igualdad y su inserción transversal.
Es necesario que desde el Ministerio de Interior se incida en las ya existentes campañas de exportación e imagen de los cuerpos policiales en los colegios en el objetivo de fomentar la igualdad de trato y oportunidades para una futura opción profesional como es la Guardia Civil, donde las niñas en concreto se visualicen como futuras profesionales sin más límites que los que indique una correcta e igualitaria normativa de acceso