Las vacantes publicadas no son suficientes para cubrir las necesidades de la provincia. Tan solo 22 efectivos fueron destinados a Córdoba, un escaso 1 % si consideramos que la semana pasada se publicaron 2.120 destinos. Pero la distribución es aún peor, ya que ante una asignación concreta de 14 Guardias Civiles, tres marcharon fuera de la provincia y ocho vacantes se cubrieron con traslados internos entre poblaciones que no correspondían a Córdoba. A esto hay que añadir los compañeros que han ido quedando en reserva y retirados.
El mayor de los refuerzos llegó a la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC). Cinco Guardias Civiles se unieron, aunque tres de ellos ya estaban en puestos de la provincia. El resto de destinos publicados se distribuyeron con cuentagotas entre algunas Unidades de Tráfico, de Intervención de Armas y Explosivos y Policía Judicial. Se distribuyeron por los Puestos Montilla, Baena, Villa del Río, Lucena, Puente Genil y Villanueva de Córdoba; no obstante, la gran mayoría de unidades territoriales necesitan incrementar sus plantillas.
Sigue habiendo unas 140 vacantes sin cubrir y, como consecuencia, la plantilla de la Guardia Civil en la provincia es tan deficitaria como antes de publicarse estos destinos. De hecho, algunas Unidades apenas pueden sacar patrullas a la calle ni abrir las Dependencias para atender a la ciudadanía.
Una vez más, la Dirección General de la Guardia Civil agravia a Córdoba, que hace años es la provincia andaluza con menos efectivos. Sería necesario incrementar el obsoleto catálogo para las necesidades de seguridad de la provincia en vez de cambiar al personal de Seguridad Ciudadana a los nuevos equipos especializados que AUGC lleva reclamando. Los ROCA, para robos en el campo, los PEGASO, de seguridad aeronáutica, los de Ciberdelincuencia y los de Violencia de Género no están dotados de personal ni de medios propios. Para que puedan funcionar quitan efectivos de Seguridad Ciudadana de las localidades de la provincia, agravando así el déficit de plantilla que ya padecen sus Unidades. Es también un perjuicio para la ciudadanía.
La única alternativa para poner fin a esta sangría de efectivos es una reorganización territorial y funcional de todas las Unidades de la Guardia Civil de la zona. Es algo que AUGC lleva años reclamando porque, sólo de este modo, se podrá rentabilizar adecuadamente los escasos recursos humanos. Ahora mismo los agentes están dispersos y desorganizados en un modelo policial que necesita actualizarse y modernizarse para ofrecer el servicio que demanda la actual sociedad española.