La Delegación de Albacete de la Asociación Unificada de Guardias Civiles ha conocido que actualmente la reorganización provincial de las patrullas del Seprona está provocando que varias de las patrullas pierdan su independencia operativa, quedando unificadas en una sola. Este desmantelamiento de personal tiene como consecuencia que el escaso número de agentes tenga que abarcar, con la gran falta de medios, el servicio en toda la provincia de Albacete. Esta unificación prevista afecta gravemente a una plantilla que ya está en mínimos y con una operatividad individual prácticamente nula.
No queda otra que denunciar semejante idea. Los Mandos responsables de la gestión de estas Unidades deben saber que la protección del medio ambiente es fundamental, y más en estas fechas en las que el territorio está asolado por los graves incendios declarados y el riesgo extremo que dejan las prolongadas olas de calor. El Seprona vela por la protección de la naturaleza y de la riqueza natural, siendo unos profesionales indispensables en España y en Albacete. Sin embargo, la gestión que está sufriendo la especialidad deja patente la irresponsabilidad que prevalece.
Esta misma insensatez ha impulsado a lo largo de los años la pérdida del 25 % de efectivos en la provincia de Albacete, unos diez, dejando prácticamente sin fuerza a la especialidad. Anteriormente las dotaciones ya eran reducidas, pues había cuatro Guardias Civiles y un Cabo como Jefe de patrulla. Ahora, muchas sólo cuentan con dos Guardias Civiles y un Cabo de Jefe de equipo. El reducido catálogo se ha limitado todavía más y así es muy complicado cumplir con la totalidad de las misiones que se les encomiendan a los agentes.
Únicamente vemos una solución posible: Volver al número de vacantes que recogía el catálogo de puestos de trabajo que hubo entre 2010 y 2015. No tiene sentido que se hable del medio rural, de nuestros pueblos y su reducida población sin mencionar abandono y la falta de política de servicios públicos. Es injustificable que se dejen espacios naturales desprotegidos y sin vigilancia con la cantidad de amenazas que pesan sobre estos entornos y sobre la flora y la fauna que los habitan.
Asimismo, queremos denunciar la absoluta precariedad de medios que sufren los Guardias Civiles del Seprona. Es indignante que no les doten del material necesario para prestar el servicio en motocicleta o que ni tan siquiera dispongan de la prenda impermeable para protegerse del agua en el campo. Son unos profesionales que trabajan en unas condiciones deplorables y, además, lidian constantemente con las presionantes órdenes de servicio que son imposibles de gestionar con tan poco personal.