Como su propio nombre indica se trata de una norma eminentemente técnica que recoge aspectos como son la solicitud, sedes, efectos de no asistencia y lesiones que pudieran producirse consecuencia de la realización de dichas pruebas, etc, por lo que destacaremos lo más reseñable:
En primer lugar, se convocarán al menos una vez al año, como las pruebas de idiomas y podremos elegir lugar de realización y fechas, las cuales serán asignadas por orden de preferencia en función del número de solicitantes.
En segundo lugar, la validez de dichas pruebas se extenderá al 31 de diciembre del segundo año desde su realización y se anotarán las marcas que realicemos en el expediente personal aunque no superemos las mínimas para obtener el apto. La no presentación a las mismas sin justificación llevará aparejada la sanción de un año de no poder concurrir.
En tercer lugar, podremos hacer valer las pruebas superadas en los procesos de promoción profesional y capacitación a los que nos presentemos, siempre y cuando las pruebas superadas coincidan con las del proceso, modificando la orden ministerial para ello.
En cuarto y último lugar, para la asistencia a las mismas se darán las oportunas comisiones de servicio y las lesiones que pudieran producirse durante la celebración de las mismas serán consideradas como acto de servicio. La administración deja aún en una situación de inseguridad jurídica sobre la no consideración de lesión en acto de servicio las que puedan producirse durante los entrenamientos, algo a lo que ya nos opusimos en los trámites de la normativa previa y con lo que no estamos de acuerdo y así lo hemos alegado en cada ocasión.
Sin más que trasladaros os iremos informando puntualmente y os dejamos anexo al presente comunicado la versión dos de la norma.