El secretario jurídico de AUGC, Eugenio Nemiña, pedirá explicaciones de lo sucedido a la Dirección General de la Guardia Civil, ya que es el órgano encargado de la misma y no es la primera vez que algo así ocurre.
En esta ocasión la lista de afectados ha sido más leve que en ocasiones anteriores, en las que se llegaron a contabilizar hasta 81 personas afectadas. Pero ello no resta gravedad a la situación, ya que varios residentes tuvieron que acudir de urgencia a diferentes hospitales de la comunidad de Madrid, dos de ellos hasta en silla de ruedas para su ingreso, e incluso tuvieron que abandonar exámenes finales en el trascurso de los mismos por no poder contener los síntomas como la expulsión fuerte de los contenidos del estómago por la boca.
Los residentes afectados coinciden que los síntomas eran malestar estomacal, dolor de barriga, incontinencia fecal y vómitos que provocaron estados de graves de deshidratación. Todos ellos afirman que comieron la misma comida, en este caso espaguetis con salsa de tomate. Un residente asegura que tanto la pasta como la salsa tenían mal aspecto “desprendía un olor como agrio”, además todos comieron en un rango de hora exacto, situado alrededor de la una de la tarde. Pero que no fue hasta pasadas varias horas cuando empezaron a sentir los síntomas de manera significativa.
Además, la actuación por parte del personal del comedor fue desvincularse de lo ocurrido, llegando incluso a acusar a los afectados de que la intoxicación había sido provocada por ingerir comida externa al comedor de la residencia y negando de esta manera la aportación de dieta blanda.
Más tarde, mandos a cargo de la misma fueron a visitar a los residentes afectados mostrando preocupación por su salud y también hicieron varias llamadas a padres para dar explicaciones de lo ocurrido.
Es incompresible la falta de cautela en algo tan importante y repetitivo a pesar de las numerosas quejas e inspecciones sanitarias. No obstante, los residentes afirman que el servicio de catering cambió hace un año y ha mejorado notablemente la calidad y opciones de los alimentos, pero que aún sigue sin sufragar algunos asuntos como la cantidad de comida que se pone a disposición de los residentes, “cuando solicitamos repetir un plato el personal del comedor nos lo niega, aun quedando todavía comida en las bandejas y poco tiempo para finalizar el turno de comida”.
La Residencia Universitaria Duque de Ahumada se encuentra ubicada en Madrid y es gestionada por la misma Guardia Civil a través de su Asociación Pro Huérfanos. Su fin es brindar un alojamiento estudiantil para hijos, huérfanos y familiares de miembros de la Guardia Civil, abierta a hijos de miembros de las Fuerzas Armadas y otros cuerpos policiales españoles y extranjeros, siempre y cuando estos cursen estudios oficiales o preparen oposiciones.
Las estancias cuentan con 180 habitaciones de carácter individual por las que se abona la cuantía de 667 euros mensuales por cada una, incluyendo pensión completa y un servicio de catering que a pesar de haber sido renovado en varias ocasiones, sigue poniendo en riesgo la salud de los residentes.
Desde los servicios jurídicos de AUGC pediremos explicaciones a la Dirección General de la Guardia Civil para así poder emprender acciones legales ante el oscurantismo y falta de calidad que llevamos denunciando años en el Cuerpo que termina por afectar directamente a los familiares de los guardias civiles.