Un Guardia Civil que estuvo de baja por enfermedad durante un período amplio tuvo que pasar de estar en activo a una situación de retiro y sin haber podido disfrutar de las vacaciones que le correspondían. Elaboró una petición para que la Dirección General procediera al abono de las mismas, pero la Administración ni tan siquiera respondió al requerimiento. En base al silencio administrativo que le fue aplicado para desestimar su solicitud, los servicios jurídicos de AUGC Huelva interpusieron una reclamación junto al correspondiente recurso al Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Suele ser habitual que la Dirección General deniegue a los agentes el derecho de compensación por las vacaciones no disfrutadas, pero también existen numerosas sentencias ganadas por los equipos jurídicos de la Asociación Unificada de Guardias Civiles. En este caso, hay que sumar otra victoria y dar la enhorabuena al letrado Juan Rodríguez, que llevó el proceso, y también felicitar al compañero de Huelva. La sentencia del Tribunal no deja lugar a dudas. Parte de la doctrina sentada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea e interpreta que no es aplicable la exclusión del artículo 2.2 de la Directiva 89/391 sobre el personal de la Guardia Civil.
Una vez más, queda evidenciado que no existen particularidades en las funciones del Cuerpo que justifiquen la exclusión de la Directiva citada. Por lo tanto, el Tribunal ha estimado el recurso y ha reconocido al agente su derecho a obtener la compensación por las vacaciones que no pudo disfrutar durante 2018 y la parte proporcional de las de 2019. También ha condenado a la Administración al pago de las costas procesales.
Vuelven a ser los Tribunales quienes recuerden las Directivas Europeas y nos otorguen derechos que ya tienen otros funcionarios del Estado. A los Guardias Civiles se nos deniegan sistemáticamente por “especial singularidad”, concepto que utilizan para privar de los derechos que otros tienen.
Desde AUGC Huelva ponemos en valor este tipo de servicios que presta la Asociación para los afiliados. No sólo se contribuye a la defensa de los derechos, también sirve para que el resto de agentes se puedan acoger a este tipo de reclamaciones que han obligado a la propia Institución a cambiar la normativa interna. Por último, agradecemos una vez más al letrado por su trabajo y profesionalidad y al compañero por la confianza.