AUGC Murcia pide responsabilidades al Delegado del Gobierno ante el mal funcionamiento del Centro de Atención Temporal de Extranjeros de Cartagena

El día 25 de diciembre arribaron 11 personas migrantes en situación irregular a las costas de Calblanque. Ante la inoperancia del CATE de Cartagena, transcurrieron 15 horas hasta que se les pudo dar traslado hasta la Comisaría ubicada en la misma ciudad

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Las víctimas del tráfico de seres humanos que alcanzaron tierra en Navidad, tuvieron que estar a la intemperie, sin apenas comida, con mantas y algunos de ellos se tuvieron que tumbar en el suelo.

El mal funcionamiento del Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) de Cartagena es un problema sin resolver. Desde el traslado del que había en Escombreras hasta su actual ubicación en la Playa del Espalmador, en el Puerto de Cartagena, todavía carece de una gestión adecuada. La última muestra de ello ocurrió el día 25 de diciembre, cuando once víctimas del tráfico de personas llegaron en una patera taxi hasta la costa de Calblanque. Desde las 7:00 de la mañana hasta las 22:30 de la noche, cuando finalmente se les pudo dar traslado a la Comisaría de Cartagena, permanecieron a la intemperie, con poca comida y unas mantas para abrigarse.

Es urgente que el Delegado del Gobierno en la Región de Murcia, José Vélez, asuma las responsabilidades derivadas y actúe. Además, resulta necesario que haya un protocolo de actuación ante la llegada de estas embarcaciones con el debido trabajo conjunto entre la Guardia Civil y la Policía Nacional. Esta situación se debe resolver de forma definitiva.

En el último suceso se autorizó la asistencia y traslado de los migrantes desde el CATE provisional de Escombreras hasta el de Cartagena, pero se recibieron órdenes de llevarlos al acuartelamiento de la Guardia Civil en el Cabo de Palos una vez atendidos por Cruz Roja. Ya hemos denunciado que las dependencias del Instituto Armado no disponen de instalaciones para asistir e ingresar a las personas que llegan en situación irregular. También supone un riesgo sanitario para los ciudadanos que acuden a denunciar y para las familias de los agentes que residen en el cuartel, pues la entrada es la misma que utilizan los ciudadanos para acceder al cuartel.

De este modo y ante la falta de operatividad del CATE de Cartagena, tuvieron que ser atendidos en la vía pública –ante el riesgo de fuga–, a la intemperie y sin medios sanitarios adecuados. La Guardia Civil no pudo proporcionar mantas, ropa, agua o comida. No se dispone de tal material y en estos casos sólo queda esperar a la llegada de Cruz Roja.

La disfunción tras el rescate viene ocasionado, al parecer, por el protocolo actual. La detección de pateras conlleva a un atraso en la apertura del CATE de Cartagena, cuya competencia en materia de Extranjería recae sobre la Policía Nacional. Es un hecho que los migrantes no pueden recibir la atención precisa en el lugar de interceptación o en el acuartelamiento de la Guardia Civil de la zona.

Los problemas de disponer de un CATE inoperativo ante la llegada de pateras

El funcionamiento actual del CATE de Cartagena ocasiona multitud de problemas a Guardia Civil, tanto en la asistencia deficitaria a los migrantes interceptados como por el peligro que ocasiona trasladarlos hasta acuartelamientos que no están preparados y que no cuentan con el número suficiente de patrullas para su vigilancia y asistencia. La competencia en materia de Extranjería y la gestión de este Centro de Atención Temporal de Extranjeros es competencia de la Policía Nacional y se debe considerar su operatividad.

Después de lo ocurrido el día de Navidad en Calblanque, durante la mañana del martes se interceptaron más pateras en las costas de Calarreona. Varias patrullas tuvieron que permanecer en la playa mientras llegaba Cruz Roja a prestar asistencia. En otras ocasiones, las embarcaciones también alcanzaron las costas de Mazarrón y Águilas; en vez de llevar a las personas al CATE directamente, el Servicio Marítimo de la Guardia Civil tuvo que desembarcar en el Puerto de Santa Lucía hasta que el CATE estuvo operativo plenamente.

Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles volvemos a reiterar que el Delegado del Gobierno en Murcia, José Vélez, actúe con urgencia. Tiene que crearse un protocolo de actuación ante la inmigración y asegurar un buen funcionamiento del CATE de Cartagena, coordinado entre la Guardia Civil y la Policía Nacional. Es responsabilidad del Delegado y, como tal, debe solucionar esta situación para que no se siga repitiendo.