AUGC ha remitido un escrito al ministro del Interior en el que le solicita un encuentro para abordar la reparación de los graves daños sufridos por los guardias civiles represaliados por su lucha pionera por los derechos de los trabajadores del Cuerpo, en los años ochenta y noventa.
Se trata de compañeros que en aquella época sufrieron las consecuencias de un momento sociohistórico, hoy superado, al reclamar el derecho de representación para los guardias civiles, adaptado al nuevo marco constitucional. Sin embargo, lejos de admitir sus legítimas reivindicaciones, la maquinaria del Generalato y los poderes políticos del momento actuaron de una forma represora implacable: les persiguieron, espiaron, amenazaron e, incluso, en algunos casos, los encarcelaron y expulsaron del Cuerpo.
Por eso desde AUGC llevamos muchos años insistiendo en la necesidad de reparación de una injusticia que ya se arrastra desde hace décadas. No se puede dejar pasar más tiempo sin restaurar el honor y su condición profesional de los compañeros que con tanto sacrificio y riesgo abrieron camino en la reclamación del derecho a la plena ciudadanía de los miembros de la Guardia Civil y singularmente el reconocimiento del derecho fundamental de representación colectiva.
Sin embargo, y pese a que en el pasado se consiguieron apoyos incluso de ámbito parlamentario, a día de hoy se continúa manteniendo, incomprensiblemente en el ámbito de un Estado de derecho, esta injusta situación.
Hablamos del socio fundador de AUGC, el sargento José Morata, el cabo Rosas y el guardia civil Piñeiro. Los tres, a día de hoy, continúan expulsados del Cuerpo como consecuencia de su valiente labor en el sindicalismo clandestino de la Guardia Civil, germen de lo que hoy es y representa la Asociación Unificada de Guardias Civiles. AUGC también reclama la reparación del honor de Manuel Linde, ya fallecido, quien también sufrió las represalias citadas por la lucha por los derechos de sus compañeros.
Con esta reunión se abría un nuevo espacio de diálogo en el que poder buscar fórmulas que reconozcan la injusticia que se cometió en su día y se sigue cometiendo contra estos trabajadores, cuyo único ‘delito’ fue buscar la dignificación profesional de un colectivo que carecía de derechos fundamentales. La democracia española no se puede permitir una situación de este tipo.
Es sin duda el turno del Ministerio del Interior, que debe abanderar ahora una iniciativa urgente para corregir un abuso que ha arruinado las carreras profesionales y causado un hondo perjuicio personal a muchos de aquellos valientes compañeros.
Desde AUGC creemos que los poderes públicos están en disposición de atender esta solicitud, a la que el Congreso de los Diputados anteriormente ya ha dado cabida mediante la aprobación de tres iniciativas parlamentarias, expresando así su posicionamiento favorable a sus demandas.
Es por esto, que solicitamos una reunión que nos permita trasladarle al Ministro el necesario reconocimiento del mérito y sacrificios personales de estos miembros de la Guardia Civil que con tanto valor trabajaron en favor de los derechos fundamentales, así como el esfuerzo realizado por la plena ciudadanía de los y las guardias civiles.