Carnaval, fiesta y drogas. Este último elemento también acompañaba a algunos jóvenes con ganas de seguir celebrando en la explanada del Sotet de Fraga. Así transcurría la noche del 27 de febrero en el municipio oscense hasta que, de madrugada, comenzaron los altercados. La Guardia Civil del municipio junto a la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic) intervinieron dentro de un dispositivo de prevención del tráfico minorista de drogas y de seguridad ciudadana en zonas de ocio.
Cuando el operativo estaba a punto de finalizar -167 pastillas incautadas, 17 gramos de cocaína, 12 gr. de ketamina, cuatro de marihuana y 13 gramos de MDMA-, se produjo una alteración del orden público. Fue entonces cuando los agentes, que asistían a una mujer que parecía presentar problemas, comenzaron a recibir insultos y abucheos, lanzamientos de piedras y objetos por parte de una multitud de jóvenes. Dos Guardias Civiles resultaron heridos de levedad y seis personas fueron detenidas: Tres por atentar, presuntamente, contra la autoridad y las tres restantes por un presunto tráfico de drogas.
Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles denunciamos la escasez de personal que conformaba el dispositivo. En Huesca hay un total de 1.036 efectivos, según las cifras de 2021 de la Dirección General –comprenden al personal en activo con destino, activos sin destino en comisión de servicio, en reserva ocupados y Guardias Alumnos en prácticas-. Es un número escaso si además tenemos en cuenta que en ese mismo año se enfrentaron, junto al Cuerpo Nacional de Policía, a 41.796 infracciones penales. Dicha cifra figura en el informe de criminalidad de 2021 que elabora el Ministerio del Interior.
Ante estos datos pedimos refuerzo para los compañeros de Huesca, que desde hace tres años sólo son nueve más. Así lo desvelan también los números que manejan desde la DGGC. Entre 2020 y 2021 la provincia oscense registra uno de los menores incrementos de efectivos de España. Álava, Huelva, Lugo y la Región de Murcia están todavía peor al haberse incorporado menos personal durante el mismo período.
Evolución de efectivos de la Guardia Civil en cada provincia
Sin suficientes agentes no se pueden combatir los actos delictivos. Lo acontecido en la explanada del Sotet de Fraga no es un caso aislado. Como venimos denunciando desde hace tiempo, la escasez de personal es un problema que dificulta el trabajo diario en el Cuerpo. En este caso no ha habido que lamentar daños personales de gravedad, pero su levedad también es una consecuencia derivada de la falta de protección adecuada en el Instituto Armado. Faltan chalecos antibalas individuales que garanticen la seguridad. Por si fuera poco, en el desarrollo de la operativa también se produjeron daños en vehículos policiales, sumando lunas rotas al mal estado del parque móvil de la Guardia Civil. Desde AUGC manifestamos nuestro apoyo a los compañeros ante la gravedad de este cúmulo de situaciones, en parte propiciadas por una gestión deficitaria de la Dirección General de la Guardia Civil.