La sentencia condenatoria recogía una indemnización a los familiares de los compañeros que debería pagar el condenado. Sin embargo, este ha sido declarado insolvente y no pagarán.
Cuando esto ocurre sin que el agente fallezca, y gracias a las numerosas sentencias conseguidas por AUGC, la administración paga de oficio la indemnización fijada, y es el encargado de velar por una futura reclamación al condenado (si llega a tener patrimonio para ello).
Sin embargo, en este caso, en un alarde de total falta de sensibilidad el ministro del Interior ha dictado una resolución que consideramos no ajustada a derecho al rechazar indemnizar a los familiares de los dos guardias civiles asesinados por Igor el Ruso, dejándoles así desamparados y tener que iniciar un largo proceso judicial para reclamar lo que es de justicia.
Esto ha hecho saltar las alarmas. A los Guardias Civiles se nos exige poner en peligro nuestras vidas, pero si fallecemos, nuestros familiares se verán abandonados y, lo que es más grave, podríamos tener a un Ministro que ante una situación de gravedad, prefieran nuestro fallecimiento en lugar de unas lesiones graves para no tener que hacer frente a las indemnizaciones.
Desde AUGC consideramos que, ante una situación de esta gravedad, los guardias civiles necesitamos el respaldo ya no sólo del Consejo de la Guardia Civil como órgano de representación, sino del propio director de la institución y de los Generales responsables de dirigir la institución.