Basta ya de una discriminación injustificada respecto a otros Cuerpos policiales de España que sí disfrutan de la posibilidad de acceder a la jubilación anticipada. Nos dirigimos al Ministerio del Interior y al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones para exigir la puesta en marcha de iniciativas legislativas que erradiquen semejante injusticia.
Estamos presentes en el pleno disfrute de las libertades y también lo estamos cuando se atenta contra las mismas. Estuvimos en primera línea cuando una pandemia azotaba el mundo sin disponer de los medios de protección necesarios y arriesgando nuestra vida y la de nuestra familia.
La Policía Autonómica Vasca (Ertzaintza) cuenta con la jubilación anticipada, también Mossos y las Policías Locales tienen este merecido derecho. No se puede discriminar a quienes “son la primera línea de defensa de los valores democráticos de la sociedad española” con respecto a otros colectivos que desarrollan análogas labores de seguridad, incluso de riesgo menor, como dijo Grande-Marlaska el día 28 del mes pasado.
Las labores desarrolladas por quienes integran las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado suponen un riesgo para su integridad física e incluso para su vida, sumado a las condiciones de trabajo y a la siniestralidad de la profesión que contribuyen, entre otros aspectos, a cimentar esta justa petición de derechos.
La jubilación supone un cambio radical en la vida de cualquier trabajador, pero más si cabe en un Guardia Civil o en un Policía Nacional. La jubilación anticipada viene a dignificar el servicio prestado por los Guardias Civiles y Policías Nacionales durante su trayectoria profesional, donde han entregado a los ciudadanos los mejores años de su vida y preservando sus libertades, siendo todo ello una forma de mejorar el propio servicio a la ciudadanía.
Acabemos con la injusticia, tienen las herramientas y conocen el mecanismo. Hay que situar a los Guardias Civiles y Policías en el lugar que merecen, también al final de su carrera.