Cientos de policías nacionales y guardias civiles se concentraban este mediodía en la Vía Laietana de Barcelona para defender la permanencia de ambos cuerpos en Cataluña y al mismo tiempo protestar contra el encausamiento de los 45 compañeros injustamente enjuiciados a raíz de la actuación durante el referéndum ilegal del 1-O.
Arrancaba el acto, con la lectura de un manifiesto por parte de los responsables nacionales de ambas organizaciones (ambos nacidos en Cataluña), en el que recordaban que ellos son la misma Guardia Civil y Policía Nacional que fue atacada por alborotadores que querían desestabilizar el orden social y limitar los derechos y libertades de la ciudadanía.
“Trataron de aplastarnos con adoquines y piedras. Utilizaron contenedores como si fuera un carro de combate. Pero seguimos adelante. Las pedradas que más duelen no son las físicas, son aquellas arrojadas desde las instituciones, porque estos alborotadores contaban con el apoyo de algunos políticos y de una parte minoritaria de la población que jaleaban las lesiones de nuestros compañeros heridos”.
Los condenados por los actos de sedición y violencia de aquellos días fueron premiados con indultos del Gobierno que ahora nos da la espalda. Nos usaron cuando les interesó y ahora nos dejan abandonados.
Durante la lectura del manifiesto Juan Fernández, secretario general de AUGC recordó que muchos de los guardias civiles y policías nacionales destinados en esta comunidad son catalanes, otros formaron aquí familia, y todos aman esta tierra y la entienden como su hogar. Para cuidarla y defenderla y lograr que sea una Comunidad más segura y llena de libertades.
Ambas organizaciones manifestaron su rechazo a la amenaza sobre las competencias del Servicio Marítimo de la Guardia Civil en Cataluña en favor de los Mossos d´Esquadra con la que la Generalitat retira la seguridad marítima, primero con la Copa América de Vela y luego quién sabe. Recordando el plan del Gobierno de Navarra, que cercena las competencias de tráfico en favor de la policía Foral. Temiendo que esto vaya a suceder también en Cataluña.
El escenario elegido no es casual, “la sede de la Jefatura Superior de Policía Nacional, la casa donde todos los ciudadanos tienen cabida, el lugar donde se ampara el libre ejercicio de los derechos ciudadanos. Es el gran muro de contención de atropellos caciquiles, y se ha convertido en el gran objetivo de esa minoría que la quiere como un trofeo triunfal de la barbarie independentista convirtiéndola en un museo”.
Se cerraba la manifestación exigiendo de manera urgente la declaración de Zona de Especial Singularidad a Cataluña en igualdad de condiciones que otros territorios que también se ven amenazados por circunstancias sociales singulares, como el Campo de Gibraltar.
La secretaria general del SUP, Mónica Gracia, afirmaba además que desde ambos sindicatos quieren que Cataluña vuelva a ser un destino atractivo para los trabajadores de la Administración y no un lugar de ocupación obligada. Tiene que ser una tierra donde los policías y guardias civiles quieran venir, quieran quedarse y disfruten de ella.
Por todo ello, necesitamos el apoyo de esa mayoría silenciosa que quiera a sus policías y a sus guardias civiles, que quieren orden, democracia y libertad.
No nos dejéis solos, si lo hacéis nuestras horas están contadas y acabaran consiguiendo lo que algunos quieren que es echarnos de nuestra tierra.