Los más de 150 Guardias Civiles de la compañía de conducciones especiales de la Unidad de Protección y Seguridad (Uprose) que se encargan de las conducciones interprovinciales de presos y escoltan caudales para el Banco de España, llevan más de un mes sin recibir indemnización alguna por los gastos de alojamiento y manutención derivados del servicio que prestan.
La situación se está alargando en el tiempo y continúan poniendo dinero de sus salarios desde mediados de junio. Este atraso en el abono de las cantidades ha provocado que las cuantías adeudadas por razón de servicio sean de entre 700 euros a 1.200 euros por agente, según el tipo de dieta a percibir, su empleo y responsabilidad. El dinero no llega y el personal de la Uprose sigue pagando este tipo de gastos y presentando las facturas por alojamiento y comida tras finalizar los servicios mediante declaración jurada.
La situación ha generado gran inquietud entre los afectados, ya que nadie les ha dado ninguna explicación ni han recibido comunicaciones de los superiores por estos atrasos de las indemnizaciones. Desconocen cuánto se puede alargar en el tiempo esta circunstancia que no deja de incomodarles y preocuparles, ya que se tratan de gastos sufragados con su propio dinero y su economía personal se resiente. Son gastos que deben estar anticipados por la propia Administración, no por los Guardias Civiles.
A todo ello hay que añadir la dificultad de encontrar alojamiento o comidas que sean económicas. Cuando tienen dietas, los importes son inferiores a 50 euros, una indemnización que no se actualiza desde el año 2004. Con los precios actuales y en ascenso, se vuelve una tarea compleja encontrar un lugar adecuado para el dinero del que disponen. Así, realizar el trabajo es realmente complicado para los compañeros y compañeras que sufren esta serie de agravios como profesionales.