El colapso y el malestar de la Guardia Civil en las zonas peninsulares más golpeadas por la emigración y el narcotráfico

Los agentes explican que han tenido que remolcar pateras en Baleares o hacer labores humanitarias en los cuarteles de Almería. En Algeciras el sistema está cerca del colapso y en Murcia y Canarias, además de no tener el equipamiento necesario, en las islas funcionan con una sola embarcación. AUGC recaba sus testimonios y denuncia las situaciones expuestas por los miembros del Instituto Armado

Actualidad

Una lancha del narcotráfico interceptada por la Guardia Civil en Cádiz.

Los residuos tóxicos del petaqueo se acumulan en el interior de la comandancia de Algeciras. También en Murcia. En uno de los cuarteles de Roquetas de Mar, el segundo puesto más grande de España, los coches intervenidos se mezclan con las lanchas o con furgonetas procedentes del narcotráfico. “Se van metiendo allí, como si no tuviera fin, y estamos teniendo problemas graves”, explica con preocupación uno de los miembros del Instituto Armado destinado en la localidad almeriense. Otro de sus compañeros de Cádiz también lamenta que esta situación va empeorando “casi a diario”: “La acumulación del material decomisado es tal, que ya hemos tenido que habilitar calabozos para depositarlos”, afirma. Hay kilos de hachís, tabaco y garrafas de gasolina procedentes de narcolanchas. “El sistema no da abasto”, puntualiza el agente.

En todos estos puntos de la geografía están sufriendo el asedio del narcotráfico y sienten que deben denunciarlo: Sus labores diarias se han tornado más complejas ante la falta de medios humanos y materiales, por los escasos recursos económicos, por las carencias que presenta un sistema “anticuado” y por la situación de “abandono”. “Estamos abandonados” es la frase que más repiten los Guardias Civiles del sur de España.

Los narcotraficantes que operan en Algeciras ya conocen los movimientos de las patrullas del servicio marítimo de la Guardia Civil. “Saben que hay puntos a los que no se llega y por ahí meten toda la droga”, alerta uno de los efectivos desplegados. Con un refuerzo de la plantilla no sufrirían ese desbocamiento que se da prácticamente a diario. Pero no es lo único. Los delincuentes repostan las narcolanchas “a plena luz del día y en la costa varias veces”, según señala el mismo efectivo. Después, las embarcaciones salen mar adentro.

Guardias civiles se encargan de una lancha dedicada al narcotráfico.

“El servicio marítimo es que no da abasto”, lamenta. Antes de volver a su rutina, pide que la gasolina interceptada por ser utilizada para repostajes de narcolanchas sea un delito y no únicamente una infracción administrativa. La Asociación Unificada de Guardias Civiles ya le hizo llegar Ministro del Interior en numerosas ocasiones estas peticiones.

Almería: Con la misma plantilla desde los 90, asumen el trabajo de la policía, de las ONG y algunas tareas “más propias de asuntos sociales”

A la enumeración de sucesos ligados al narcotráfico en Algeciras hay que añadir la vertiente de la emigración en Almería. “La Guardia Civil tenemos que hacer la labor de las ONG”, expresa uno de los miembros del Instituto Armado. “Nosotros mendigamos a los Ayuntamientos y a Protección Civil comida y agua para cuando vienen en oleadas poder atenderles humanamente”. Según el agente, la recepción de estas personas no se está haciendo en los puertos y llegan al interior de los cuarteles sin una PCR y sin ninguna medida de seguridad. Es un riesgo para los efectivos, menciona.

Para abrir infracción administrativa deben tomar una reseña fotográfica y dactilar de las personas en situación irregular. “Eso no sirve para nada, no tenemos competencias en materia de extranjería”, traslada el Guardia Civil. El problema que plantea ha motivado el malestar que hay en la provincia con el Cuerpo Nacional de Policía: “Nosotros, que tendríamos que estar de apoyo, nos comemos todo el grueso del trabajo y hay muy mal ambiente”, comenta. Una vez más, los miembros del Instituto Armado tienen que acatar órdenes y realizar un trabajo que no contempla el servicio. Y, con ese ambiente, la escasa plantilla de Almería, que es “la misma desde los 90”, afronta la lucha contra la migración, el crecimiento del narcotráfico, trabaja para una población que está creciendo exponencialmente y asume tareas en el barrio de las 200 que serían “más propias de asuntos sociales” que de la Guardia Civil.

Baleares: La Guardia Civil retira pateras encalladas por orden de Marlaska y miembros de seguridad ciudadana socorren migrantes en embarcaciones de Salvamento Marítimo

Uno de los puntos a través de los que llegan las pateras a Mallorca es la Isla de Cabrera. Desde allí explica otro de los miembros del Instituto Armado la situación que se dio entre septiembre y octubre del año pasado. Por orden del Ministro Marlaska, tuvieron que retirar las embarcaciones que se acumulaban en el Parque Nacional Marítimo Terrestre de Cabrera. “Aquí cuando nadie quiere cumplir con sus obligaciones, que lo haga la Guardia Civil”, declara molesto el agente. Salvamento Marítimo se ocupa de las personas, pero las pateras se quedan acumuladas en el puerto. Ante la preocupación local por la posible repercusión ambiental en el enclave, el asunto se elevó a Interior y, “como nadie quiere saber nada”, tal y como denuncia, la tarea recayó sobre la Guardia Civil.

“Los compañeros saben que ese no es su trabajo”, explica el efectivo, que también subraya la falta de personal. En ocasiones, incluso han tenido que prestar servicio a bordo de las embarcaciones de Salvamento Marítimo. “Algunos se mareaban, no nos repartieron chalecos salvavidas… Socorrer a los migrantes no es un trabajo de seguridad ciudadana”. AUGC se hizo eco de la situación y el año pasado también pido que se creasen unos depósitos para el tratamiento y gestión de las pateras y de las garrafas de gasolina que albergan. Estos residuos tuvieron que ser colocado en una base militar cerrada.

Personas migrantes rescatadas.

Recogida de residuos tóxicos sin protección en Murcia y una embarcación operativa para las ocho islas Canarias

“Lo que es de procedencia ilícita hay que recogerlo. Fardos de hachís, garrafas de combustible…”, dice uno de los miembros del Instituto Armado desde la provincia de Murcia. El problema, denuncia, está en cómo hay que hacerlo: Sin guantes específicos, sin fajas lumbares y sin vehículos adecuados para transportar las grandes cantidades de litros de gasolina incautada a los narcotraficantes. Además del peso de las garrafas, el combustible es un residuo tóxico que se transporta hasta el puesto, con su consiguiente peligrosidad hasta que una empresa las recoge. El miembro de la Guardia Civil remarca durante la conversación la falta del equipamiento necesario.

Otra de las zonas marítimas es Canarias. Uno de los agentes no hace mención ni a la emigración ni al narcotráfico, pero traslada la problemática que hay con las embarcaciones: De tres que hay operativas, solo en una los tripulantes no corren riesgos."Con los medios que hay en Las Palmas no se puede cubrir Lanzarote y Fuerteventura a la vez", manifiesta el Guardia Civil. Por eso, expone la necesidad de un destacamento fijo en Lanzarote. “Necesitamos más personal en los servicios marítimos”, menciona. Estas son de las reivindicaciones históricas de la Asociación Unificada de Guardias Civiles.