Cómo desnaturalizar un cuerpo policial: la Guardia Civil ‘forma’ a mandos para el mantenimiento de los aires acondicionados de los cuarteles

Un cuerpo de seguridad pública estatal, pagado por todos los ciudadanos, destina parte de su presupuesto a formar a sus trabajadores, entre ellos cuadros de mando, para que aprendan a hacer el mantenimiento de las instalaciones de los cuarteles. Una función sin duda muy alejada de lo que los ciudadanos esperan de un guardia civil.

Actualidad

¿Guardias Civiles o técnicos en mantenimiento?

Podría parecer una escena cómica televisiva, pero lo cierto es que la situación mueve más al llanto que a la risa. Y es que la Guardia Civil acaba de publicar en el BOD número 127, de fecha 1 de julio de 2021 una resolución por la que se convoca el “Curso de Aptitud Frigorista para Suboficiales y Cabos 1º. En esta resolución se concretan los requisitos que han de reunir los solicitantes y las condiciones a las que quedan sometidos.

El curso tiene como objetivo "capacitar al alumno para la operación, supervisión y mantenimiento de los sistemas de frío y aire acondicionado de las unidades de la Guardia Civil".

Es decir, que un cuerpo de seguridad pública estatal, pagado por todos los ciudadanos, destina parte de su presupuesto a formar a sus trabajadores, entre ellos cuadros de mando, para que aprendan a hacer el mantenimiento de las instalaciones de los cuarteles. Una función sin duda muy alejada de lo que los ciudadanos esperan de un guardia civil.

Resulta bochornoso asistir a estas chapuzas en la institución, que con ello sigue instalada en el espíritu rancio y retrógrado de tiempos pasados. Un cuerpo de seguridad que pretende presumir de la alta preparación de su personal no puede permitirse recurrir a este tipo de cosas, que además de situarse en el polo opuesto de lo que debe ser la formación de un guardia civil, constituye un auténtico bochorno para los propios agentes.

Porque, con ello, en lugar de transmitir al propio ciudadano la imagen que se desea y vende, de un cuerpo policial puntero y moderno, se le traslada la impresión chusca que debería haber quedado arrumbada en los chistes más viejos sobre la Guardia Civil. Desgraciadamente, en este caso no hablamos de un chiste, de un mal chiste, sino de una realidad que vuelve a hablarnos de unas señas de identidad más cercanas a las de los entrañables Pepe Gotera y Otilio que a las de unos profesionales del siglo XXI.

Desde AUGC nos preguntamos qué será lo próximo que se le ocurra a la Guardia Civil: ¿cursos de fontanería? ¿Electricidad? ¿Reparaciones varias? ¿Reformas en general? Definitivamente, sí que parece un chiste, y de los malos.

ARCHIVADO EN: