A menos de un mes de la gran manifestación convocada por AUGC para el próximo 18 de septiembre en Madrid, el creciente ambiente de movilización entre los afiliados ya da sobradas muestras de la importancia de la cita. Y es que hemos entrado en la cuenta atrás de un acto en el que será más necesaria que nunca la unidad de los guardias civiles en defensa de sus derechos sociolaborales.
AUGC lo tiene muy claro, por eso tras el éxito de la concentración llevada a cabo el 5 de junio en la Puerta del Sol convocaba pocas semanas después la manifestación que el sábado 18 de septiembre arrancará en la plaza de Colón de Madrid para finalizar, tras un recorrido por las calles aledañas, frente a la sede del Ministerio del Interior,en el Paseo de la Castellana.
Será, además, la culminación de las movilizaciones que arrancaron en noviembre del pasado año, y a la que han seguido numerosos actos reivindicativos (concentraciones en las puertas de la DGGC, el día de la Constitución frente a las delegaciones del Gobierno, o la última en la Puerta del Sol de Madrid el pasado 5 de junio).
Porque AUGC lleva trabajando desde hace casi un año con acciones en la calle para exigir al Gobierno un giro en su política respecto a los trabajadores del Cuerpo. Por eso es el momento de redoblar esfuerzos en este acto culminante y salir todos a la calle el 18 de septiembre.
La respuesta debe ser masiva ante los retos planteados
Porque los guardias civiles debemos responder masivamente y de forma conjunta a este llamamiento para homologar nuestras condiciones de servicio, y medidas de conciliación laboral y familiar al conjunto de los servicios de emergencia que operan en España.
No pararemos hasta que se haga justicia, y se revierta la norma de productividad para gratificar dignamente el servicio nocturno, festivo y extraordinario; de la misma manera debe ponerse en marcha una jornada laboral con turnos de servicio que garantice el derecho a un descanso efectivo y a una plena conciliación.
Pero también seguimos reclamando el cumplimiento íntegro del acuerdo de equiparación salarial, instrumento legal que ha permitido experimentar una mejora retributiva ampliamente demandada, pero que aún quedan pendiente cláusulas que ejecutar, en concreto las cláusulas tercera y octava, que contemplan la incorporación al servicio de personal en reserva sin destino y la aprobación de una ley que evite en el futuro desigualdades salariales entre cuerpos policiales.
Son muchos los retos que tenemos por delante, y estamos plenamente convencidos de que, si nos mantenemos unidos como hasta ahora, vamos a alcanzar nuestras legítimas reivindicaciones.
Por tanto, es necesario de la implicación y participación de todos en la manifestación del próximo 18 de septiembre.