La Dirección General de la Guardia Civil gasta más de 300.000 euros ante un posible “evento catastrófico” en sus instalaciones

María Gámez declaró la adquisición de emergencia de un nuevo equipo de regulación eléctrica y la contratación de un coordinador de seguridad por la “alta probabilidad de combustión” de los cuadros generales de la red de luz en los edificios centrales

Actualidad

Dirección General de la Guardia Civil.

La inspección que hubo el pasado año en los edificios de la Dirección General de la Guardia Civil fue determinante para que la Directora María Gámez actuase de inmediato. No vemos que desde la Institución haya la misma efectividad para dotar a los agentes de los medios materiales y humanos que precisan diariamente. Tienen tanto carácter de urgencia como el nuevo equipo de regulación eléctrica que hay en la Dirección General de la Guardia Civil, pero la Directora no considera del mismo modo las situaciones de riesgo que se presentan diariamente en la calle.

La circunstancia señalada y la “alta probabilidad de combustión” de los cuadros generales eléctricos que comunicó la inspección hicieron que María Gámez declarase la compra de emergencia del nuevo regulador eléctrico y la contratación de un coordinador de seguridad. El desembolso: 336.017 euros, impuestos incluidos. Comparativamente, por el mismo dinero se podrían haber adquirido casi mil chalecos antibalas externos portaplacas, unas cien pistolas táser o numerosos armeros.

En este caso, el fin a evitar era el “evento catastrófico” que desencadenaría un posible incendio sobre las “infraestructuras y equipos”, tal y como está reseñado en los documentos administrativos. El personal que ocupa los puestos de trabajo de las dependencias estaría “en grave peligro” y se procedió a cambiar cuanto antes el regulador eléctrico.

Ante este riesgo es comprensible la actuación de emergencia de María Gámez, pero el desempeño de las funciones policiales también lleva implícito un riesgo que debe ser cubierto por la Dirección General de la Guardia Civil. Todavía esperamos chalecos antibalas para poder darles un uso individualizado, como está estipulado; seguimos esperando cascos porque hay Unidades que utilizan los mismos desde hace 20 años; todavía esperamos los escudos para que las patrullas de Seguridad Ciudadana estén menos desprotegidos… Hay un largo listado de materiales de protección que por ser insuficientes o por haber superado la vida útil, urgen tanto como el nuevo regulador eléctrico de los edificios centrales.