Ante la gravísima crisis sanitaria generada por el coronavirus, AUGC ha reclamado por distintas vías y de manera reiterada a la Dirección General que se dote a los trabajadores del cuerpo de los medios de protección adecuados, así como de una efectiva organización de los turnos de trabajo. Sin embargo, desde el órgano que dirige María Gámez se ha escurrido el bulto una y otra vez, acogiéndose a pretextos y sin dar en ningún momento la cara por el colectivo de agentes que sirven al Cuerpo.
La última muestra de esta actitud la tenemos en el escrito remitido por la Dirección General de la Guardia Civil a AUGC en respuesta a las diferentes peticiones trasladadas por esta asociación.
La contestación recibida se basa en los mismos argumentos rancios de toda la vida, que persisten a pesar de haberse producido un reciente relevo en la gestión política al frente de la Guardia Civil. Cabe deducir, por lo tanto, que cuanto se afirma y argumenta en esta carta cuenta con la aquiescencia de la directora general de la Guardia Civil, la cual, lamentablemente, no ha tenido el menor interés en comunicarse con la asociación mayoritaria ni una sola vez durante el tiempo que ha transcurrido desde la declaración del estado de alarma.
Sin capacidad de reacción
En la misiva se dice, en primer lugar, que las cuestiones que puedan ser comunicadas por AUGC, si tienen un ámbito local, deben ser dirigidas a las unidades afectadas, para facilitar una resolución más ágil y eficaz. Lo justifican en la situación de impacto que ha supuesto el COVID-19 en la Dirección General de la Guardia Civil, entendida esta como centro directivo.
Al respecto, señalar que es incomprensible que el órgano desde el que se ha de dirigir gran parte de la seguridad pública del país no tenga previstas estas circunstancias y se quede paralizado, sin capacidad de reacción. Y que esta falta de capacidad tenga una mayor incidencia en todo lo relativo a la interlocución con los legítimos representantes de los y las guardias civiles.
Esto viene a reafirmar nuestra percepción de que, si AUGC no toma la iniciativa y se emplaza formalmente a la Directora General, para que se aborden los problemas principales que aquejan los guardias civiles, se habría incrementado en un sentido claramente negativo la parálisis e ineficaz, parcial y extemporáneo cumplimiento de las obligaciones de preservar la salud de los guardias civiles.
AUGC ha hecho uso de los derechos que como asociación profesional representativa le otorga el ordenamiento jurídico vigente y los que no puede ni va a renunciar.
Pero también de salvaguardar el derecho de asociación profesional. Porque no es aceptable que no se le dé la importancia necesaria a la interlocución con los legítimos representantes de los guardias civiles, así como en relación con la preservación de la vida y de la salud de estos, argumentando como pretexto de falta de potencial o personal para realizarlo.
Informe comparativo entre Guardia Civil y Policía Nacional
Pero si una cuestión suscita la atención del jefe del Gabinete en su escrito en respueta a nuestras reclamaciones, es sin dudas, nuestro informe comparando los diferentes planteamientos y actuaciones que están realizando Policía Nacional y Guardia Civil, durante el estado de alarma.
Así, se señala que, como signo de actuación de la Dirección General de la Guardia Civil, “se ha admitido a trámite muchas comunicaciones de las Asociaciones Profesionales como la presente (sic) que superan con mucho el marco legal de actuación que el Título VI de la L.O. 11/2007, de 22 de octubre, otorga a la mismas porque a veces se han hecho aportaciones de interés”.
No podemos estar más en desacuerdo. AUGC ha hecho uso de los derechos que como asociación profesional representativa le otorga el ordenamiento jurídico vigente y los que no puede ni va a renunciar.
El ordenamiento jurídico señala una función primordial a las asociaciones: la defensa de los intereses profesionales, económicos y sociales de los integrantes del Cuerpo.
En este sentido, en las actuaciones policiales que están llevando a cabo los guardias civiles, se han restringido importantes derechos, como es el de conciliación de la vida familiar y laboral y, más importante, en estos momentos, el riesgo añadido hacia la salud de los mismos y sus familias.
Ante esta conclusión, solo cabe expresar que desde AUGC seguiremos trabajando por los derechos fundamentales y profesionales de los guardias civiles, cuyo ejercicio no es en absoluto incompatible con la búsqueda de la mejor prestación de servicio posible, a la ciudadanía. Por tanto, esta misma semana desarrollaremos una actividad institucional, a través de videoconferencias, con los Grupos Parlamentarios.