El Puesto Principal de Mijas es el más grande de la provincia de Málaga. A nivel nacional, de los más de 2.000 que hay en el territorio, es el cuarto con más volumen de trabajo. Pero las necesidades de esta Unidad no son atendidas ni cubiertas por María Gámez, la Directora General de la Guardia Civil. Algunos Peugeot 307 tienen más de 20 años, los Opel Astra más de 15, las averías son constantes y seis de los que prestan servicio a Seguridad Ciudadana están inmovilizados. Ante esta situación, tal y como apunta la delegación de AUGC en Málaga, no se pueden sacar más de tres patrullas porque falta stock para una reposición inmediata de los vehículos inoperantes.
“Llevamos reclamando una inyección de medios y personal que no llega”, explican desde la provincia. Mijas tan solo ha recibido por adjudicación dos coches patrulla nuevos: uno fue para el Jefe del Puesto y no se puede utilizar para prestar el Servicio diario de Seguridad Ciudadana y el otro turismo tiene una mampara defectuosa y “da problemas desde el primer día”. A todo esto hay que añadir la escasez de todoterrenos. Durante la borrasca Filomena del año pasado, los agentes se tuvieron que desplazar en turismos y no pudieron alcanzar los puntos donde eran requeridos. Sin embargo, no sirvió de precedente y las lluvias de este lunes les alcanzaron sin todoterrenos para un desplazamiento adecuado.
Un parque móvil “obsoleto y poco operativo” repercute en la prestación del servicio de Seguridad Ciudadana. Por lo tanto, la población de Málaga también se ve afectada por la carencia de vehículos y de efectivos de la Guardia Civil. “No podemos abrirnos paso en servicio urgente, llegamos con retraso a sitios donde se nos requiere rápido porque no hay otros coches, a veces los vehículos nos dejan tirados en mitad de la calle y debe desplazarse una patrulla más alejada…”. Hay una larga lista de enumeraciones para que la Directora General tome nota y dote de todo lo necesario al cuatro puesto de España con mayor volumen de trabajo.
Desde AUGC Málaga se preguntan a quién favorece que los vehículos oficiales bicolores o rotulados sean comprados por la Institución. Según explican, son miles de euros los que se gastan en reparar las averías de unos coches que acumulan décadas. En vez de seguir esta estrategia, la delegación matiza que se podrían adquirir por renting y cambiarlos a los pocos años, como hace el Cuerpo Nacional de Policía: “Los Guardias Civiles seguimos con coches patrulla con veinte años y no hay stock para reponer los averiados y dar un servicio eficaz”.