Como cada nuevo comienzo de año, es tiempo de plantearse objetivos para los próximos doce meses. En el caso de los guardias civiles, por desgracia, las nuevas metas no son sino las mismas viejas reivindicaciones que llevamos años reclamando. No obstante, desde AUGC queremos recordar una vez más las cuestiones ineludibles que el Gobierno debe afrontar sin mayor dilación para situar a los trabajadores de la Benemérita en el lugar que les corresponde.
En primer lugar, debemos recordar que los guardias civiles continúan sin turnos de trabajo para poder conciliar su vida profesional y familiar, y que carecen de complementos como el de territorialidad, noctucnidad o festividad.
Por otro lado, continúa la aplicación del Código Penal Militar cuando realizan funciones policiales.
Además, llevan a cabo al año de media 150 horas de trabajo más respecto al resto de cuerpos policiales.
Toda esta situación evidencia que los guardias civiles siguen siendo policías de segunda y de que aún están lejos de homologar sus condiciones laborales. Es lo que ha motivado que, desde esta organización, reclamáramos la dimisión del ministro, anunciaramos la ruptura de relaciones institucionales con el actual Gobierno y nos levantaramos del último Pleno del Consejo de la Guardia Civil del mes de diciembre.
Además, desde AUGC reiteramos nuestros requerimientos sobre la asignación de mejoras profesionales sociales y económicas para nuestros compañeros de la España Vaciada, el incremento de personal, medios e incentivos para denominar a Cádiz y Cataluña Zonas de Especial Singularidad, el abandono del Gobierno por la falta de apoyo en Cataluña por dejar que la crispación política recaiga sobre los guardias civiles y sus familias o la intención de aprobar unas enmiendas en la Ley de Seguridad Ciudadana que dejan sin protección alguna a la labor policial diaria de los agentes, la falta de información y dejadez que están sufriendo nuestros compañeros de Tráfico en la Comunidad Foral sobre la pérdida de las competencias de tráfico o la falta de gestión del ministro para tratar el problema de la migración en las zonas fronterizas como pueden ser Canarias, Múrcia, Almería, Ceuta y Melilla donde los guardias civiles continuan actúando como "escudos humanos" y son continuamente "agredidos de forma cada vez más agresiva" sin personal, medios o protocolo alguno que ponga remedio a esta situación.
Tampoco olvidamos que sigue pendiente el cumplimiento íntegro del acuerdo de equiparación salarial firmado con el Gobierno en 2018, dado que todavía no se han hecho efectivas las cláusulas tercera y octava de dicho acuerdo. Como se recordará, la cláusula octava estableció la obligación del Ministerio del Interior de impulsar las medidas legislativas que fueren necesarias para garantizar que en el futuro no se pudiera producir una disfunción salarial entre las policías que realicen las mismas funciones.
Por su parte, la cláusula tercera establece que el Ministerio del Interior debe asignar la cantidad de cien millones por cada ejercicio presupuestario, para incentivar el reingreso del personal en Segunda Actividad sin destino y Reserva no ocupada al servicio activo.
Otro de los deberes que AUGC le pone al Gobierno es que los guardias civiles de la escala de Cabos y Guardias sean clasificados en el Grupo B de los funcionarios al servicio de las Administraciones Públicas; no hay que olvidar que nuestra asociación se opuso al texto de la actual Ley 29/2014 de Régimen de Personal de la Guardia Civil, por ser el mismo un freno para la proyección y consideración del conjunto de guardias civiles que ven como otros miembros de cuerpos policiales y del funcionariado público cuentan con regímenes modernos que benefician el acceso, promoción interna y retribuciones.