El pasado 20 de noviembre de 2020 salía publicada en el diario ABC de Sevilla una notica que alarmó a los guardias civiles que están destinados en la prisión de mujeres de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), donde se aseguraba que “Interior iba a proceder al cierre de estas instalaciones en las próximas semanas y el proyecto que tiene encima de la mesa es reconvertir el recinto en psiquiátrico penitenciario. Los planes se estaban llevando a cabo, con un nivel de secretismo que ha generado un gran malestar entre los funcionarios, que se verán afectados por el cierre y que hoy no tienen ningún tipo de información oficial al respecto a pesar de que los rumores vienen circulando desde el pasado verano”
Ante la incertidumbre y malestar que esta noticia produjo entre los compañeros, esta asociación profesional acudió al portal de transparencia para interesarse por la veracidad de cierre de dicha prisión, contestando el día 2 de febrero de 2021 el Secretario General de Instituciones Penitenciarias que: “En el momento en el que se elabora el presente informe no existe una decisión firme respecto del contenido de la pregunta formulada”, lo cual no aseguraba que en un futuro se retomase dicha idea de cierre.
Tras continuar y no apacigüarse dichos rumores, se realizan nuevas gestiones por AUGC con responsables de Estado Mayor de la Guardia Civil, donde nos confirman esta vez, que el rumor concerniente al posible cierre de la prisión de Alcalá de Guadaíra es infundado, ya que no hay intención alguna de cerrar dichas instalaciones, sino todo lo contrario, ya que tienen proyectado a corto plazo implementar en dichas instalaciones la construcción de un pabellón psiquiátrico de mujeres.
De nuevo es AUGC, a través de su delegación en Sevilla, la única asociación profesional que se ha interesado por las condiciones de trabajo de los guardias civiles allí destinados, y la incertidumbre levantada, ya que pudiera haber afectado a la conciliación laboral y familiar, pues hubiera obligado a cambiar de puestos de trabajo a los afectados, con lo que eso conlleva para las familias y la carrera profesional. Se demuestra una vez más con trabajo y constancia, que nuestro legítimo interés no es otro que velar por los intereses profesionales, laborales y familiares de todos nuestros compañeros.