Ni AUGC, ni ninguna otra asociación profesional de la Guardia Civil, ni el Sindicato Unificado de la Policía (SUP), uno de los más antiguos de la Policía Nacional, así como otros sindicatos, parecieron merecer el aprecio suficiente por parte del Gobierno y Ministerio del Interior para ser invitados al acto que tuvo lugar ayer jueves en el cuartel de Valdemoro, y en que se escenificó la destrucción de armas incautadas a ETA y otras bandas terroristas en las últimas décadas.
Cabe recordar que, muchas de esas armas, sirvieron para sentenciar a muerte centenares de vidas de guardias civiles y policías nacionales, en donde AUGC, ha sido la única asociación que siempre ha estado al lado de los guardias civiles o sus familiares víctimas, ejerciendo la acusación popular o el SUP, una organización sindical histórica, que ha llevado la representación de los 186 policías nacionales que han sido asesinados en la Policía Nacional, con aquellas mismas armas que fueron el jueves exhibidas con más interés político que de reparación moral de aquellos que han estado en primera línea durante los años de plomo.
Muchos de nuestros representantes legales, hemos sido, asimismo, objeto de seguimiento por parte de los etarras y en donde, en ocasiones, nos hemos visto obligados a contar con servicios de escolta o sufrir en primera persona los señalamientos de la banda terrorista.
Resulta indignante, e incluso descorazonador, que en un acto tan cargado de simbolismo como el de ayer, y al que sí fueron invitadas distintas asociaciones de víctimas del terrorismo, fueran ignorados los legítimos representantes de los trabajadores de la seguridad pública, a los que tanto dolor infligieron las armas que han sido destruidas y los asesinos que las empuñaron.
Una vez más, se demuestra que para el Gobierno y el Ministerio del Interior las asociaciones profesionales y los sindicatos policiales, no merecen el respeto, ni la atenta consideración, de quienes hemos velado por el cumplimiento de la legalidad en los momentos más difíciles y que este acto pretende ser una escenificación política alejada de la memoria de los policías y guardias civiles asesinados.
Creemos que ayer se perdió una magnífica oportunidad de haber reconocido el trabajo, no exento, como decíamos, de riesgo y sacrificio, llevado a cabo por SUP y AUGC para defender a los agentes víctimas del terrorismo.
Nosotros, a ellas, sí las tenemos siempre presentes.