Mientras toda España y Europa miraba esta semana hacia Ceuta y la avalancha migratoria que se ha producido en los últimos días, 88 efectivos del GRS de Madrid se dedicaban a ensayar un desfile que tendrá lugar en la capital, concretamente en la plaza de Colón, los días 27, 28 y 29 de mayo.
Para ello se han debido modificar servicios y anular descansos a los guardias civiles, con el consiguiente trastorno para ellos y sus familias. Ya es sabido, en este sentido, que el concepto de conciliación laboral y familiar no es algo que forme parte del ideario del Cuerpo.
A esto se le añade la detracción de efectivos para la seguridad pública que ello supone. También es harto sabido que al generalato le resultan más gratos y excitantes los fastos y el boato con los que sacar pecho (cargado siempre de medallas) que el servicio diario a la ciudadanía por parte de los trabajadores de los que son responsable.
AUGC lleva años denunciando este tipo de situaciones, que además de reducir efectivos en el servicio provocan grandes gastos a cargo del ciudadano. Sin embargo, año tras año nuestras reclamaciones vuelven a caer en saco roto, el mismo, al parecer, donde van los impuestos que contribuyen a alimentar estos oropeles y que, sin embargo, se hurtan a la hora de reconocer los méritos de los trabajadores recompensándolos con una productividad justa.
Éste, y otros muchos motivos, son más que suficientes para decirle a la Dirección General que ya basta de abusos contra los guardias civiles. Para ello, AUGC ha convocado para el próximo 5 de junio, en la Puerta del Sol de Madrid, una gran concentración en protesta por el retroceso de derechos de los trabajadores de la Benemérita.