Los guardias civiles ante la futura ley policial andaluza

Artículo de Javier Torrellas, portavoz de AUGC Andalucía

Actualidad

Parlamento de Andalucía.

Por fin algo se mueve por lo menos en Andalucía en relación a la seguridad pública. El Gobierno andaluz está ultimando la puesta en escena de la nueva Ley de Policías Locales, lo cual todo lo que sea mejorar la seguridad de los ciudadanos ya es de por si meritorio puesto que indica la preocupación de los dirigentes políticos de algo tan evidente como es la seguridad.

El modelo policial español está obsoleto algo que ya venimos denunciando desde hace años por parte de AUGC y que quedó reflejado en un informe y propuesta de análisis expuesto en comisión parlamentaria en el Congreso de los Diputados el año 2018: “Un Modelo Policial para el Siglo XXI”, que por cierto no tengo constancia de que sirviera de mucho a los entonces señores Diputados y diputadas, que al parecer saben de todo pero no atienden realmente a las demandas de los que lógicamente conocen de que va esto que son los policías y guardias civiles; zapatero a tus zapatos.

Las sociedades evolucionan y por tanto los sistemas de seguridad evidentemente están sujetos a procesos de revisión permanente, son modelos dinámicos y deben adaptarse a las necesidades de la sociedad. Nuestro entorno social básicamente está compuesto por tres modelos policiales: el francés con una visión centralizadora o gubernativa de la seguridad pública ejemplo del modelo militarizado como el español; modelo federal con su pluralidad de policías tipo EEUU y alemán, con sus diferencias claro está; y el modelo civil de un carácter preponderadamente local de marcado interés en la cercanía a la comunidad como el anglosajón.

No se atienden las demandas por parte del ejecutivo en afrontar una urgente reorganización territorial de las unidades de la Guardia Civil

Este artículo lógicamente no está destinado a desarrollar globalmente el modelo policial español que tiene como base la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que data de 1986, si no a poner una vez más en evidencia que está realmente obsoleto precisamente porque el gobierno andaluz ha decidido menear ficha al respecto. Y ahí entran de lleno los Guardias Civiles, la Guardia Civil. ¿Y por qué? Porque la estructura vigente en la Guardia Civil está anclada en el pasado.

No se atienden las demandas por parte del ejecutivo en afrontar una urgente reorganización territorial de las unidades de la Guardia Civil puesto que como ya apuntaba antes la sociedad y la delincuencia evolucionan pero la Guardia Civil sigue manteniendo el mismo despliegue que tenía en el siglo XIX con lo que muchas unidades del Cuerpo son inservibles e ineficaces ya que son incapaces de realizar patrullas por su demarcación por falta de personal y eso genera inseguridad.

Si a todo esto sumamos que los Guardias Civiles siguen siendo los peor tratados de los cuerpos de seguridad pública (una jornada laboral sin turnos de trabajo, discriminados en el tercer tramo de la equiparación salarial respecto a los policías nacionales, sin una norma de productividad que reconozca el servicio en días festivos y horas nocturnas, persecución a los representantes legales a través de expedientes disciplinarios, ceses en los destinos sangrantes, etc) la desmotivación está servida. Hay que crear unidades grandes, capaces de afrontar plenamente que ninguna población carezca de atención y eso requiere mentalidad, visión e inversión.

Adaptarse a la evolución delincuencial con un plan geoestratégico de seguridad e implantación de más personal humano pero también apoyándose en la tecnología: sensores, drones, trabajo funcional en red, más y mejores vehículos, etc, todo hacia una actuación proactiva, próxima y accesible al ciudadano. La nueva Ley de Policías Locales andaluza bienvenida ya que todo lo que sea sumar es positivo siempre y cuando luego no se produzcan malos entendidos, disfunciones internas y operativas así como que no haya interferencias competenciales.

Andalucía es una de las CCAA de mayor extensión así como la variedad geográfica y demográfica con lo que unido al gran potencial turístico, la lacra del narcotráfico e inmigración hace que requiera esta iniciativa. Esperamos que la puesta en marcha de esta nueva Ley sirva para paliar en alguna manera el déficit existente en numerosas zonas de personal y se consiga una mayor respuesta al ciudadano que demasiadas veces no siente la cercanía y presencia efectiva de las fuerzas de seguridad que están, entre otras cosas, para dar sensación de protección y ser recibidos como garantes de la Ley no como fuerzas represivas.