La conducción de internos hasta los centros penitenciaros del territorio lleva aparejada una serie de riesgos y necesidades que necesitan una solución cuanto antes. Los Guardias Civiles mayoritariamente afectados son los destinados en la Compañía de Conducciones Especiales de la Uprose de Madrid, encargados de las líneas regulares radiales; pero también necesitan más uniformidad los compañeros de distintas Comandancias que asumen las líneas regulares periféricas.
Todos ellos dan traslado a los internos hasta los centros penitenciarios correspondientes y se ven obligados a desplazarse por todo el territorio nacional. Cada semana tienen que pernoctar varios días en diferentes provincias, ausentándose así de sus Unidades y domicilios. Esta itinerancia continua dificulta la utilización de un servicio de lavandería, un gasto que no indemniza la Guardia Civil y han de asumir personalmente. Este es uno de los motivos que plantea la necesidad de dotar de un mayor número de prendas a los agentes, pero no es el único.
El servicio plantea riesgos ante los que son necesarios extremar la higiene. Algunos de los internos son portadores de enfermedades infectocontagiosas y el contacto permanente con ellos se convierte en un problema, ya que los Guardias Civiles no tienen un fácil acceso a un servicio de la lavandería dada la itinerancia ni tampoco disponen de prendas suficientes para cambiarse. A ello se añaden las condiciones climatológicas del verano y de ciertas zonas geográficas.
Para que la Dirección General de la Guardia Civil solucione lo antes posible tal circunstancia, la Comisión de los Servicios de Protección y Seguridad de la Asociación Unificada de Guardias Civiles ya ha dirigido una propuesta al Consejo. En el escrito se peticiona un incremento de vestuario para dicho personal y que procedan a reducir la vida útil de determinadas prendas de uniformidad que utilizan. Así, existiría una mayor dotación que podría cubrir las necesidades de los agentes de la especialidad.