Las asociaciones profesionales representan al conjunto de los miembros de la Guardia Civil de España, sin embargo la preocupación es máxima por la creciente involución en los derechos de los guardias civiles y el derecho de representación mientras observamos una degradación sin precedentes en el sistema de gobernanza.
En los últimos tiempos, hemos sido testigos de una serie de acontecimientos que socavan los derechos fundamentales de los miembros de la Guardia Civil y restringen la capacidad de las asociaciones profesionales para cumplir con su misión de velar por el bienestar y las condiciones laborales de nuestros compañeros.
Uno de los episodios más alarmantes ha tenido lugar en el pleno del Consejo del mes de septiembre, donde la falta de diálogo y reconocimiento de nuestras voces en cuestiones vitales que afectan a los guardias civiles llevó a la imposición y el autoritarismo. Esta falta de respeto y participación en la toma de decisiones es un retroceso preocupante en el camino hacia una institución más transparente y justa.
Es importante señalar que ni el ministro del Interior, Grande Marlaska, ni el director general de la Guardia Civil, Leonardo Marcos, estuvieron presentes en esta sesión plenaria, lo que resalta la falta de respeto y compromiso con los guardias civiles. Por si esto fuera poco, en un gesto sin precedentes, el tiempo para abordar la problemática de los miembros de la Guardia Civil ha estado tasado, recortando los turnos de palabra, muestra de la desfachatez de unos políticos que no están a la altura de los ciudadanos.
Solo después de advertir al director de la Guardia Civil a través de WhatsApp de que los vocales de las asociaciones profesionales plantábamos al Consejo, este, desencajado y en un intento desesperado hizo acto de presencia. Ya era tarde. Sus modales impositivos y faltos de educación con frases como “yo no dialogo, yo ordeno” solo sirvieron para agravar más la crisis. Un despropósito.
La Guardia Civil desempeña un papel fundamental en la seguridad de nuestra sociedad, y es imperativo que sus miembros reciban la consideración y apoyo que merecen por parte de las autoridades competentes.
AUGC demanda con urgencia un diálogo abierto y sincero con las autoridades pertinentes para abordar estas preocupaciones fundamentales y buscar soluciones que garanticen los derechos de los miembros de la Guardia Civil. Nuestro compromiso siempre ha sido trabajar en colaboración con las instituciones en beneficio de avances que mejoren la Guardia Civil, y las condiciones profesionales y calidad de vida de los guardias civiles. Esperamos que se nos brinde la oportunidad de hacerlo de manera constructiva.
AUGC reafirma su compromiso inquebrantable con la defensa de los derechos de los guardias civiles para avanzar hacia una Guardia Civil del siglo XXI.