En la convocatoria de noviembre del año pasado sólo 15 de las 2.336 vacantes publicadas correspondieron a la provincia de Córdoba, apenas un 0,6%, pero además una vez asignados esos destinos el resultado es aún peor, porque en la práctica no hay un aumento en la plantilla, ya que llegan 12 efectivos y simultáneamente se van 9 a otras provincias, mientras que varias de las vacantes se han cubierto con traslados internos entre poblaciones de esta provincia. A lo cual deben añadirse los componentes que han ido pasando a las situaciones de reserva y retiro.
Los destinos publicados se distribuyen con cuentagotas entre varias unidades de Tráfico, Protección de la Naturaleza, USECIC y Servicio de Información, mientras que solo se refuerza un Puesto de Seguridad Ciudadana, el de Puente Genil, y ello a pesar de que la gran mayoría de unidades territoriales necesitan incrementar sus plantillas, como ocurre por ejemplo con el Puesto de Peñarroya, cuyo déficit de efectivos está perjudicando a los guardias civiles que trabajan allí, tal como AUGC le comunicó por escrito al Teniente Coronel Jefe de la Comandancia hace dos meses.
La consecuencia es que la plantilla de la Guardia Civil en la provincia de Córdoba sigue tan deficitaria como antes de publicarse estos destinos, y ello a pesar de que algunas unidades apenas pueden sacar patrullas a la calle o abrir las dependencias para atender a la ciudadanía. De hecho, el 85% de los puestos de seguridad ciudadana de la provincia de Córdoba sólo abren en horario de mañana, y no todos los días, tan solo siete puestos pueden abrir sus dependencias durante las 24 horas.
Nuevamente Córdoba se ve agraviada por la Dirección General de la Guardia Civil, porque una vez más es la provincia andaluza que recibe menos refuerzos, a pesar de tener la plantilla más reducida de toda la comunidad autónoma. Pero además, solo hay tres provincias en todo el país con menos destinos publicados, aunque Córdoba tiene más habitantes que muchas de las provincias que le superan en efectivos recibidos. Es muy preocupante el continuo desprecio de Interior y de la Dirección General hacia esta provincia, y resulta incomprensible que no protesten por ello contundentemente todas las instituciones y organizaciones políticas y sociales.
Para solucionarlo deberían cubrirse las más de 200 vacantes existentes, pero además debería incrementarse el catálogo existente, que ha quedado obsoleto para las necesidades de seguridad actuales en esta provincia. Y como a la vista está que la Dirección General de la Guardia Civil no piensa poner fin a esa sangría de efectivos, la única alternativa pasa actualmente por la reorganización territorial y funcional de las unidades de la Guardia Civil, que AUGC lleva años reclamando, porque solo de ese modo se podrían rentabilizar adecuadamente los escasos recursos humanos que ahora están dispersos y desorganizados.
AUGC viene avisando que ese déficit de plantilla redunda inevitablemente en un peor servicio a la población y afecta a la seguridad ciudadana. A pesar de los esfuerzos de los guardias civiles para intentar paliar las carencias de personal con su profesionalidad y compromiso, lo cierto es que los datos estadísticos demuestran que cuanto menores son las plantillas policiales mayores son los índices de criminalidad.