La Dirección General de la Guardia Civil defiende que el Servicio de Informática es “consciente de la obsolescencia” de los equipos en dotación. No hay indicios ni de la digitalización ni de la modernización de los ordenadores, para aquellos trabajadores que los tienen. Además de que en la Institución únicamente dispone de 36.882 equipos en uso, el 83 % tienen entre cinco y 15 años. Mención especial para los Guardias Civiles que desarrollan el trámite de denuncias, diligencias y el resto de labores diarias en los 58 ordenadores de más de 15 años que la Dirección General tiene repartidos por diversos Puestos de España.
Durante el pasado año, y también según datos de la propia Dirección General de la Guardia Civil, tan solo se compraron 1.201 ordenadores nuevos por un importe de 1.065.077,97 €. Considerando que tan solo el 17 % de ordenadores en uso –6.110 equipos- tienen menos de cinco años, sería necesarias más de tres décadas para la renovación completa del parque informático. Implicaría continuar más de tres décadas con ordenadores que disponen de sistemas operativos lentos, que necesitan ser reiniciados, que se averían continuamente, que tienen programas incompatibles… “Está previsto realizar un esfuerzo de inversión en equipamiento informático durante los próximos años, siempre que la asignación presupuestaria así lo permita”, sostiene la Dirección General de la Guardia Civil. El último matiz es importante, ya que tan solo el 3,25 % del presupuesto anual está dirigido a la renovación de los equipos informáticos. Es una cantidad ínfima y nos obliga a permanecer durante un período indeterminado con esta situación tercermundista.
Del total de ordenadores en uso –36.882–, hay que destacar que 2.656 proceden de donaciones. Esto quiere decir que operamos policialmente con el material anticuado o en desuso que ya no les funciona totalmente a otras Administraciones, a particulares o a los niños en edad escolar. Los más pequeños ya no los pueden utilizar, pero en la Guardia Civil aceptamos su reutilización para desarrollar investigaciones o instruir diligencias. Su adecuación supone una carga de trabajo extra al GATI, el Grupo de Apoyo en Tecnologías de la Información, que tienen que actualizarlos y hacerlos seguros.
La situación dista mucho de lo que anunció el Ministerio del Interior y la Dirección General de la Guardia Civil en el Puesto Principal de Las Rozas, Madrid. Era el año 2020 y la propia Directora, María Gámez, comparecía para hablar de la digitalización y la modernización del Cuerpo a través de la aplicación SIGO-Movilidad. La finalidad era aumentar las capacidades del Sistema Integrado de Gestión Operativa (SIGO) para que, principalmente, las Unidades de Seguridad Ciudadana lo pudieran utilizar en tiempo real en móviles y tabletas. Sin embargo, este proyecto no ha servido de precedente para caminar hacia la innovación tecnológica. La realidad es muy diferente.
Hacen falta más equipos informáticos porque son insuficientes, además de insuficientes se han quedado obsoletos y es necesario su renovación, pero la escasa y cambiante partida económica asignada tampoco permite mejorar el inventario. Por si fuera poco, la Dirección General, en un intento de camuflar de nuevo su pésima gestión, acepta donaciones que realizan terceros porque sus propios equipos ya les resultan inservibles. Posteriormente, más tiempo y recursos humanos en adecuarlos para que la Guardia Civil pueda trabajar. La planificación es un desastre.
No hace falta indicar que los ordenadores son esenciales en nuestro trabajo diario y que, por ello, es imprescindible que posean unas características técnicas determinadas y que no dispongan de una antigüedad excesiva. De lo contrario, tal y como está pasando, no podemos realizar nuestras funciones con solvencia, ni de forma eficaz ni efectiva. Los ciudadanos se dan cuenta de nuestra situación cuando presentan cualquier denuncia y el trámite se dilata en el tiempo por los problemas técnicos que se nos presentan estos materiales.
Además de denunciar la situación, la Asociación Unificada de Guardias Civiles ha presentado un escrito ante el Consejo de la Guardia Civil para tratar el asunto. Es urgente acometer la renovación del inventario de equipos y accesorios informáticos, aumentar sustancialmente la partida presupuestaria y que sea constante además de que no sufra altibajos. Sólo de este modo se conseguirá adoptar un plan anual de renovación de al menos el 20 % de los equipos con el fin de que no superen los cinco años de antigüedad. Únicamente se deberían aceptar las donaciones de equipos que tengan una antigüedad inferior a los oficiales y unas características técnicas superiores para que puedan cumplir con su función del mismo modo. Es cuestión de que la Dirección General de la Guardia Civil establezca una buena gestión de los recursos materiales.