El pasado 23 de febrero se presentó públicamente la Plataforma con la finalidad de trasladar a la opinión pública la situación padecida por los policías y guardia civiles derivada de la discriminación sufrida respecto a otros operadores de seguridad. Desde el día 28 de febrero y en semanas alternas, nos concentramos coincidiendo con la celebración del consejo de ministros frente al palacio de la Moncloa.
La valoración de esa iniciativa no puede ser más satisfactoria y fruto de la misma son las muestras de apoyo de la sociedad, que han sido numerosas y no se explican como este Gobierno puede conceder mejores condiciones para policías autonómicos e incluso para las propias policías locales y dejar desamparados a los funcionarios de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
La concentración de hoy tiene un sabor agridulce tras conocer que la Policía Foral de Navarra, después de 6 meses de acciones y reivindicaciones alcanzan la aprobación del Reglamento de Policía Foral con una subida retributiva con carácter retroactivo que llevará al bolsillo de los agentes navarros una media de más de 20.000 euros y subidas en sus nóminas de entre 300 y 1200 euros mensuales.
Entendemos el logro de los funcionarios de la policía navarra y nos alegramos por ellos, pero es una muestra más de la desidia de Interior y del presidente del Gobierno que en el caso de la Policía Nacional y la Guardia Civil, siguen haciendo oídos sordos a una medida que requiere sobre todo voluntad política y que supondría acabar con la discriminación de ser los únicos operadores de seguridad que no tienen acceso a la jubilación anticipada, que se ven abocados a estar en servicio en una profesión que la Administración se niega a reconocer de riesgo, siendo los únicos cuerpos policiales que se quedan fuera de la denominación.
Otro capítulo no cerrado es la materialización del Acuerdo de Equiparación Salarial, recordando la necesidad de la ejecución de un nuevo informe elaborado por una Consultora Externa, donde se debe fijar las correcciones necesarias y la cual tendrá acceso a la información respecto a la financiación de los Mossos y de esta forma poder realizar una comparación puesto a puesto, también se debe impulsar una iniciativa legislativa donde se garantice la finalización de una vez por todas de las disfunciones salariales entre policías que realicen las mismas funciones.
Otra cláusula del acuerdo pendiente de materialización es la tercera donde se debe incentivar el reingreso de los compañeros en segunda actividad y reserva, quienes atesoran una experiencia importante y paliarían de una forma considerable las carencias de recursos humanos de ambos cuerpos.
Toda vez que los Letrados de la Administración de Justicia con su bloqueo en bloque de los juzgados de toda España parecen haber alcanzado el acuerdo en el que se cumplen sus peticiones, y ahora el resto de la comunidad judicial anuncia acciones reivindicativas para lograr avances en sus condiciones laborales y salariales, nos queda pensar en la medida de similar repercusión que podríamos tomar los miles de policías y guardias civiles que nos vemos ninguneados por Pedro Sánchez y su ejecutivo.
Obviamente no podemos ir a la huelga, pero ¿y si cambiásemos la entrega, frecuencia y calidad de algunos servicios? Probablemente el caos nos otorgaría un desenlace adecuado, pero somos la Policía de todos los españoles y seguiremos batallando cumpliendo nuestro deber hasta conseguir ser escuchados.