La fiesta celebrada sin autorización en un terreno de titularidad municipal de La Peza (Granada) está evidenciando la necesidad de Guardias Civiles que hay en la provincia. Mientras que la rave ya va por el séptimo día sin que asistentes u organizadores la den por finalizada, los agentes disponibles están teniendo que emplearse a fondo para controlar y vigilar los accesos y las incidencias que surgen. A veces entre lanzamientos de botellas y objetos por parte de las personas que continúan festejando.
Los especialistas de la Agrupación de Tráfico han tenido que unirse al esfuerzo que realizan estos días los compañeros. Se trata de un evento que ha llegado a congregar hasta a 3.000 personas y se precisan refuerzos, pero la falta de personal está llevando a detraer al personal de Tráfico. También están teniendo que sumarse Guardias Civiles de Seguridad Ciudadana desde puntos lejanos de Granada, algunos de ellos llegan tras más de una hora de trayecto.
Entre las consecuencias que está generando la fiesta ilegal de La Peza hay que señalar la disminución de la vigilancia en materia la seguridad vial. Además, hay comarcas enteras donde sólo queda disponible una patrulla para realizar los cometidos y atender las incidencias. Una vez más, tanto los propios agentes como los ciudadanos estamos sufriendo la escasez de personal y la mala gestión que realiza la Institución sobre los recursos.
Es incomprensible que dicha rave, que es ilegal, no se haya disuelto desde el momento en el que se tuvo conocimiento de la misma. Se puede estar sentando un precedente y los compañeros siguen expuestos y con necesidad de refuerzos ante una celebración donde es conocido el alto consumo de sustancias estupefacientes y alcohol.