En AUGC acabamos de conocer una nueva muestra del carácter que ostenta el General jefe de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, Ramón Rueda Ratón, cuya acción directa tiene graves consecuencias para un guardia civil de Tráfico destinado hasta la fecha en Écija (Sevilla).
A este guardia civil se le solicitaron nada menos que entre tres meses, y dos años y medio de prisión por haber criticado en la red social Twitter la gestión de Rueda Ratón al frente de la Agrupación. Esta desproporcionada reacción acabó, afortunadamente, sin consecuencias, al archivarse por parte del tribunal dicha petición.
Sin embargo, y cerrada esa vía, Rueda Ratón ha recurrido al ámbito disciplinario para continuar su represasalia contra este agente, que acaba de recibir la notificación de solicitud de pérdida de destino por falta grave, una petición a la que, además, tirando la piedra y escondiendo la mano, parece haber sido sugerida por el el propio general al jefe de la Agrupación en Sevilla, instando para que se actuara con la mayor celeridad y contundencia posible.
La pérdida de destino implica el desarraigo y destierro del trabajador, que lleva once años en su actual destino. Y no solo tendrá que asumir las consecuencias este servidor público, además será su familia quien tendrá que soportar la lejanía de sus seres queridos, y todo por parte de un General que no acepta una simple crítica en una red social y que hace un uso más que discutible de la potestad disciplinaria.
La especialidad de Tráfico necesita urgentemente un relevo en su parte más alta del organigrama, en su misma cúpula, por lo que AUGC solicita la destitución inmediata del mando que la ocupa. Rueda Ratón, que siempre se ha caracterizado por su arrogancia y muestras de desprecio a los representantes de los guardias civiles, no puede seguir un minuto más al frente de una Agrupación de Tráfico donde cada día miles de miembros de la Guardia Civil ponen en riesgo su vida, y que a cambio no reciben por ello sino las consecuencias de una nefasta y muy cuestionada gestión por parte de la persona que tiene como misión velar por el bienestar de todos los componentes de tan sacrificada especialidad en la Guardia Civil.