La reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, con sede en Burgos, ha abierto la puerta a la realización de controles de alcoholemia nocturnos con dotaciones reducidas. Una decisión que la Agrupación de Tráfico ha aplicado con inusitada rapidez, mientras que la sentencia del Tribunal Supremo 600/2022, que reconoce el derecho a un descanso mínimo de 11 horas antes de un descanso no semanal, sigue sin ser aplicada con el mismo celo.
Controlar el alcohol, pero ¿a qué precio?
Desde el primer momento, los guardias civiles han denunciado el riesgo que supone reducir los efectivos en controles nocturnos. Menos agentes significa mayor vulnerabilidad en situaciones de peligro en carretera, especialmente de noche, cuando se enfrentan a conductores bajo los efectos del alcohol y a otros factores de riesgo, cabe destacar que actualmente el Gobierno de España tiene declarado el nivel 4 en el Plan de Prevención, Protección y Respuesta Antiterrorista cuyo significado es riesgo alto, algo que parece obviar la Jefatura de la Agrupación. En vez de reforzar la seguridad de quienes velan por la seguridad vial, se les expone a un peligro innecesario y evitable.
La Agrupación de Tráfico ignora la prevención de riesgos laborales y abandona a sus agentes
La normativa en materia de prevención de riesgos laborales es clara: cualquier cambio que afecte a la seguridad de los trabajadores debe ser evaluado y corregido para evitar poner en riesgo su integridad. Sin embargo, la Agrupación de Tráfico parece ignorar este principio cuando se trata de sus propios agentes. Se aplican modificaciones que afectan directamente a su seguridad sin un análisis previo ni medidas compensatorias. La falta de personal y medios adecuados no solo pone en peligro a los guardias civiles, sino que también compromete la eficacia del servicio y la seguridad ciudadana.
Una respuesta firme y una exigencia clara
Ante esta situación, se ha puesto en marcha una campaña de protesta en todos los subsectores de la Agrupación. No se puede tolerar que se tomen decisiones que afectan directamente a la seguridad de los guardias civiles sin contar con ellos ni con los estudios necesarios.
Por ello exigimos una serie de iniciativas:
- Una reevaluación inmediata de los riesgos laborales de los controles nocturnos con dotaciones reducidas.
- Un informe detallado sobre las medidas necesarias para minimizar los riesgos a los que se enfrentan los agentes.
- Que la Agrupación de Tráfico priorice de una vez por todas la seguridad de sus efectivos por encima de interpretaciones apresuradas de la normativa.
Los guardias civiles no pueden seguir siendo los sacrificados en decisiones administrativas que los exponen a riesgos evitables. La seguridad de quienes protegen no puede seguir siendo secundaria, ni quedar a merced de interpretaciones interesadas.
Por nuestra seguridad y nuestros derechos de nuestros agentes, exigimos una respuesta inmediata.