La falta de transparencia y mala gestión de la Asociación Pro-Huérfanos comienza a ser realmente preocupante, y las consecuencias las sufrimos los guardias civiles y nuestras familias. Durante los últimos 25 años, AUGC ha venido reivindicando la necesidad de modernizar el funcionamiento de esta institución para dar mayor proyección a la acción social de los miembros del Cuerpo. Pero hasta la fecha, lamentablemente ningún Gobierno parece tener el menor interés en resolver.
De manera especialmente significativa en los dos últimos Plenos del Consejo de la Guardia Civil, AUGC ha denunciado la necesidad de modernizar el régimen interno de este anacronismo que padecen los guardias civiles y, pese a que el actual Director General, más forzado por la situación que por una verdadera intención de ayudar a los guardias civiles, ha respondido débilmente que “algo se hará”, lo cierto es que no se ha hecho absolutamente nada.
Los últimos episodios relacionados con esta mala praxis se centran en las residencias de alojamiento propiedad de la Asociación Pro-huerfános, en Madrid. Es ya sobradamente conocido que los guardias civiles tienen enormes dificultades para alojarse en la Residencia Infanta María Teresa. Lo cual no debiera ocurrir desde el momento en que la citada Residencia tiene, nada menos, que 116 habitaciones disponibles. Los problemas vienen cuando la mala gestión de la dirección de la Asociación, con el director de la Guardia Civil Félix Azón al frente como Presidente Honorario ejerciendo la más alta y amplia tutela de este órgano que pagamos todos miembros del Cuerpo, hace que gran parte de estas habitaciones se pongan a disposición de personas que no son guardias civiles. Bien, porque la Guardia Civil decide realizar allí un evento en colaboración con otras instituciones, o simplemente, porque se convenga realizar este trato de favor hacia determinadas personas.
AUGC denunció en su día que políticos que no tenían ninguna responsabilidad gubernamental pernoctaban en la Residencia Infanta. Pero la cuestión se va agravando. La semana pasada, una reunión de Fiscales procedentes de toda España desplazó a guardias civiles en comisión de servicio, que tuvieron que buscar por sus propios medios, alojamientos en hoteles en Madrid, que no son precisamente asequibles para el sueldo de un integrante del Cuerpo, los cuales, desde luego, cobran dietas de alojamiento mucho menores que las de un Fiscal.
Pero si parecía que ya lo habíamos visto todo, ayer tuvimos conocimiento que a guardias civiles en comisión de servicio se les denegó alojamiento en la Residencia Infanta, mientras que había 45 habitaciones bloqueadas, a disposición de policías nacionales, los cuales habían viajado a Madrid, exclusivamente para participar en un acto sindical. Este despropósito se repite con colectivos de funcionarios, empresas privadas o policías extranjeros, en detrimento de los que sostienen económicamente la residencia que demasiadas veces se ven obligados a alojarse en hostales lejanos de lugar de la comisión de servicio que desempeñan.
Si la Guardia Civil quiere aumentar su prestigio haciendo de anfitrión de todo tipo de colectivos, que lo haga con dinero oficial. Porque hay que volver a señalar que la Asociación Pro-Huérfanos está sostenida económicamente por todos los guardias civiles, a los que se les detrae de sus nóminas una cantidad mensual de forma obligatoria y a los que no se les da oportunidad alguna de opinar sobre qué es lo que se hace con su dinero.
Como decimos, el Director General de la Guardia Civil, presidente de la Asociación Pro-Huérfanos, es sabedor de esta situación. Pero como está demostrando con ésta y otras cuestiones, no parece tener el menor interés en mejorar las condiciones de vida y trabajo de las personas. Y ello pese a declarar continua y públicamente que es “hijo del Cuerpo”. Para AUGC la conclusión es clara: si Félix Azón no está dispuesto a asumir sus responsabilidades, que se marche.