La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha decidido solicitar ante el Ministerio de Empleo su inscripción como sindicato de guardias civiles tras conocer las recientes sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (dictadas en los asuntos Matelly v. Francia y ADEFDROMIL v. Francia), en las que sentenció por unanimidad que la prohibición absoluta de la existencia de sindicatos en el Ejército francés es contraria al Convenio Europeo de Derechos Humanos.
En estas sentencias, la Corte europea condena a Francia con motivo de la prohibición de sindicación vigente sobre los militares. Los jueces de Estrasburgo han considerado, en ambas decisiones, que la libertad de asociación de los militares puede ser objeto de “restricciones legítimas”, pero no hasta el punto de prohibir de manera absoluta la posibilidad de constituir un sindicato y de adherirse a él.
A la vista de estas sentencias, AUGC ha puesto en marcha el proceso de constitución del Sindicato Unificado de Guardias Civiles (SUGC), ya que considera imprescindible constituir un sindicato profesional de los trabajadores públicos de la Guardia Civil. Cabe recordar que el SUGC ya existió de modo clandestino en los años ochenta como precedente de la constitución de AUGC, en 1994 (en la imagen que ilustra esta noticia, un momento del congreso constituyente del clandestino SUGC, donde los miembros de la mesa presidencial tienen que ocultar sus rostros. Foto. EFE).
Para ello ha iniciado los trámites pertinentes, incluidos aquellos que sean necesarios en vía administrativa, judicial, constitucional y, en su caso, ante el propio Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Uno de los principales objetivos de AUGC desde su fundación, hace ya dos décadas, es conseguir para los guardias civiles los estadios de plena ciudadanía en todos los ámbitos, y muy singularmente en aquellos que tiene que ver con la legítima defensa de los intereses sociales, económicos y sociales de los trabajadores.
Con más de 30.000 afiliados, AUGC es la decana de las asociaciones profesionales y la mayoritaria en el Consejo de la Guardia Civil. Cuenta con representación en todo el territorio español, en cada una de las unidades y especialidades del Cuerpo y viene liderando el movimiento asociativo desde la llegada de la democracia, cuando nació como un sindicato clandestino. Su lucha por la democratización y la desmilitarización de la institución le valió en 2010 el Premio Nacional de Derechos Humanos que concede la Asociación Pro Derechos Humanos de España (apdhe).
En estas sentencias, la Corte europea condena a Francia con motivo de la prohibición de sindicación vigente sobre los militares. Los jueces de Estrasburgo han considerado, en ambas decisiones, que la libertad de asociación de los militares puede ser objeto de “restricciones legítimas”, pero no hasta el punto de prohibir de manera absoluta la posibilidad de constituir un sindicato y de adherirse a él.
A la vista de estas sentencias, AUGC ha puesto en marcha el proceso de constitución del Sindicato Unificado de Guardias Civiles (SUGC), ya que considera imprescindible constituir un sindicato profesional de los trabajadores públicos de la Guardia Civil. Cabe recordar que el SUGC ya existió de modo clandestino en los años ochenta como precedente de la constitución de AUGC, en 1994 (en la imagen que ilustra esta noticia, un momento del congreso constituyente del clandestino SUGC, donde los miembros de la mesa presidencial tienen que ocultar sus rostros. Foto. EFE).
Para ello ha iniciado los trámites pertinentes, incluidos aquellos que sean necesarios en vía administrativa, judicial, constitucional y, en su caso, ante el propio Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Uno de los principales objetivos de AUGC desde su fundación, hace ya dos décadas, es conseguir para los guardias civiles los estadios de plena ciudadanía en todos los ámbitos, y muy singularmente en aquellos que tiene que ver con la legítima defensa de los intereses sociales, económicos y sociales de los trabajadores.
Con más de 30.000 afiliados, AUGC es la decana de las asociaciones profesionales y la mayoritaria en el Consejo de la Guardia Civil. Cuenta con representación en todo el territorio español, en cada una de las unidades y especialidades del Cuerpo y viene liderando el movimiento asociativo desde la llegada de la democracia, cuando nació como un sindicato clandestino. Su lucha por la democratización y la desmilitarización de la institución le valió en 2010 el Premio Nacional de Derechos Humanos que concede la Asociación Pro Derechos Humanos de España (apdhe).