El ataque perpetrado por un hombre de nacionalidad argelina el pasado lunes contra una comisaría de los Mossos d’Esquadra en Cornellà ha puesto de relieve la necesidad de aumentar las medidas de autoprotección de los agentes. En este sentido, desde AUGC venimos denunciando desde hace años la precaria situación de los cuarteles de la Guardia Civil, así como la falta de chalecos antibalas individuales para cada agente como parte de su dotación policial, un chaleco por supuesto adaptado a su fisionomía talla y peso.
Por ello reclamamos la puesta en marcha de un plan integral que suponga la mejora de las instalaciones y de la dotación del material con el que trabajan los agentes, además de una formación específica que prepare a los guardias civiles ante ataques como el que se produjo el lunes.
Hay que recordar que muchas de las casas cuartel no fueron construidas hace décadas pensando en la autoprotección de los guardias civiles, por lo que todavía hoy muchas de ellas resultan altamente vulnerables ante cualquier intento de atentado. A esto se añade su deficiente estado de habitabilidad.
Todas las instalaciones de la Guardia Civil deberían contar con cámaras de seguridad y garajes propios donde dejar los vehículos oficiales, puesto que en muchas ocasiones estos han de ser aparcados en la calle, ante la falta de espacios propios habilitados para ello.
Otra medida de autoprotección que desde AUGC llevamos tiempo reclamando es que se proporcione a los guardias civiles pistolas Taser, de manera que cuenten con una opción intermedia entre el uso de su arma de fuego y la simple porra.
Pero, sobre todo, la mejor medida sería aumentar el número de agentes en la Guardia Civil, puesto que actualmente los guardias civiles que prestan servicio en los acuartelamientos no lo hacen de manera exclusiva dedicada a la seguridad, sino que deben desarrollar otros cometidos la seguridad mejoraría con el aumento de agentes para ofrecer una mejor protección de las instalaciones.