Llegó la 'Costa del Plomo'

Artículo del portavoz de AUGC en Andalucía sobre el creciente problema del narcotráfico en Cádíz y Málaga.

Comunicados

Fardos de droga incautados en una playa de Cádiz.

Artículo de Javier Torrellas, portavoz de AUGC Andalucía

 

Ya lo decía en un anterior artículo publicado en diciembre del 2019: ¿Hacia la Costa del plomo?.

Por desgracia hemos llegado definitivamente, sin paliativos. Se ha abierto la veda del pim pam pum y no sólo eso también la moda de: embiste, narco, embiste…

El año 2017 fue el inicio por parte de la Asociación a la que pertenezco de dar a conocer abiertamente tanto a la administración que son por cierto Ministerio del Interior y Dirección General de la Guardia Civil que es la que nos compete como guardias civiles. La impunidad y desvergüenza con la que actúan los clanes de narcotraficantes es inversamente proporcional a la dejadez y desamparo que por parte de los responsables están abocando a los pies de los caballos a los agentes de base, esos que día a día tanto de uniforme como de paisano se juegan la vida por un puñado de euros que además ven como la equiparación salarial con respecto a otros cuerpos policiales no llega y si llega va al bolsillo de los de siempre, los que no pisan la calle, los que se cuelgan las medallas la foto y las buenas productividades de manera desproporcionada e ilógica. Si además sumamos la desafortunada respuesta en demasiadas ocasiones de la ¿Justicia? apaga y vámonos.

Cada día hay más desembarcos en las costas incluso de día poniendo en riesgo la vida de personas inocentes que ven perplejos como impunemente se descargan fardos de droga, carreras y a veces detenciones en directo.

Venimos reclamando que se endurezcan las penas a quienes atacan alevosamente contra la integridad física de los guardias civiles y policías, pero disparar, atropellar, atentar, sigue saliendo muy barato. El campo de Gibraltar, Algeciras y su entorno especialmente la sierra de Cádiz así como la Costa del Sol sigue siendo el caldo de cultivo preferido por unos delincuentes muy organizados, armados y peligrosos y por eso debería de una vez por todas ser considerada de hecho que no de palabra por parte del Ministerio del Interior como zona de especial singularidad por su peligrosidad no ya sólo para los agentes de la autoridad (palabras que por cierto ya no sirven ni como presentación ante un delincuente) sino para los ciudadanos en general. En el año 2017 se aprendieron 145.000 kilos de hachís un 45% más que en el año 2016, los que pasaron ni lo quiero imaginar. Han pasado dos años desde estos datos y no ha mejorado mucho la cosa.

Cada día hay más desembarcos en las costas incluso de día poniendo en riesgo la vida de personas inocentes que ven perplejos como impunemente se descargan fardos de droga, carreras y a veces detenciones en directo. Sabemos cómo está la situación social y económica de España, las dificultades siempre están ahí pero el problema también enganchado como una garrapata a la cual hay que combatir sí o sí.

No se puede seguir dando palmaditas en la espalda a los guardias civiles por sus buenas actuaciones, que es su trabajo, lo que sí hay que hacer es poner soluciones: aumento de plantilla aunque sea con convocatorias extraordinarias de empleo público, redistribución de los efectivos existentes puesto que por si alguien no se ha dado cuenta la delincuencia imperante es del siglo XXI no del XIX.

Una buena distribución y reordenación de unidades y agentes hará que haya más efectivos en las calles por lo cual es fácil de entender que los malos tendrán más dificultades de campar a sus anchas y además se puede extender esa mancha silenciosa llamada corrupción que con sus medios, preparación y dinero lanza sus tentáculos para introducirse en las propias instituciones cosa para nada baladí. Ellos tienen todo el tiempo del mundo, buenos medios materiales que o compran o roban y además una gran y extensa red de informadores siempre al acecho. No es película no, es la pura realidad que por desgracia supera a la ficción. Llegó la pandemia del coronavirus pero tenemos otra muy grave que es el narcotráfico y la corrupción cuya vacuna que venimos reclamando en el laboratorio de Interior no hay visos de verla nacer. ¿Será que no interesa?.

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