La comparecencia de ayer del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ante la Comisión de Interior del Congreso para exponer las líneas de trabajo durante esta legislatura, sirvió para recordar sus ‘buenos propósitos’ en distintas cuestiones de la seguridad pública y sus trabajadores, pero sin concretar las medidas, presupuestos, plazos y planes para llevarlos a la realidad.
Por eso, para AUGC es fundamental que estos anuncios comiencen a verse acompañados de informaciones precisas acerca de la manera en que se plasmarán a lo largo de los próximos cuatro años de gobierno.
Empezando por la equiparación salarial con policías autonómicas, y la ejecución del tercer tramo. Grande-Marlaska ha prometido seguir incrementando la retribución de los agentes, reafirmando el compromiso de hacer efectivo el Acuerdo de Equiparación Salarial, pero sin anunciar las fechas en que han de reunirse las Comisiones Técnicas de Seguimiento, dentro del ámbito de cada Dirección General de Guardia Civil y Policía Nacional para llegar a un acuerdo en el reparto de las cantidades entre funcionarios de cada cuerpo. AUGC continúa demandando esta importante cita, de la que ya se hizo eco en el último Pleno del Consejo, así como en el encuentro mantenido con María Gámez, directora de la Guardia Civil.
Así mismo, el Ministro no se refirió a la necesidad de equiparar a los guardias civiles con el resto de policías en el conjunto de sus derechos, tal y como reclama AUGC. Es decir, contar con una jornada laboral digna, con turnos de trabajo que permitan la conciliación laboral y familiar junto con un nuevo reparto del complemento retributivo de productividad que haga justicia con la responsabilidad y sacrificio realizados por los guardias civiles. También disponer de chalecos antibalas individualizados, cuestión ésta donde surgió polémica al afirmar, Grande-Marlaska que todo guardia civil cuenta con un chaleco, omitiendo que estos chalecos son compartidos, siendo en numerosas ocasiones no ajustados a la talla corporal necesitada por los agentes.
Tampoco hizo mención alguna al avance en el pleno desarrollo de la Ley de reguladora de los derechos y deberes de los miembros de la Guardia Civil, por la cual se relacionan las asociaciones profesionales con los mandos del cuerpo, o dejar de aplicar el Código Penal Militar y la jurisdicción militar a los guardias civiles en funciones policiales.
Entre otros aspectos, Grande-Marlaska se refirió a la necesidad de "reforzar" la lucha contra la violencia de género con un incremento de efectivos policiales especializados y mejorando su formación, además de implementar las nuevas funcionalidades del sistema VIOGEN.
Desde AUGC, hace años que se reclama un incremento de los agentes dedicados a combatir la violencia de género, con formación especializada. También hemos propuesto, en este sentido, destinar a este cometido, debidamente formados, a los compañeros que ahora se encuentran en situación de reserva y desearían reincorporarse al servicio activo. Para ello existe una partida presupuestaria contemplada en el acuerdo de equiparación salarial firmado en 2018 pendiente de ejecución. Y es que desde AUGC exigiremos el total cumplimiento de este acuerdo.
En esta cuestión, el Ministro continúo en su discurso y no especificó en qué consistirán esos refuerzos contra la violencia de género, tanto en número de efectivos como su formación o el presupuesto previsto para ello.
En materia migratoria, el ministro ha señalado la puesta en marcha de un sistema de circuito cerrado de televisión, el incremento de la altura de las vallas en un 30% y la sustitución de las concertinas, pero todo ello evitando precisar el sistema ni la fecha de su finalización.
Sin embargo, ha evitado referirse a la implantación de un protocolo de actuación inequívoco para los guardias civiles que trabajan en estas fronteras, algo que constituye una reclamación de AUGC desde hace años.
En materia de modelo policial y cooperación entre distintos cuerpos, Marlaska se propone reforzar ésta como política prioritaria, pero elude hablar claramente de la reforma de la Ley Orgánica 2/86 de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, claramente obsoleta, tal y como le propone AUGC, o como mínimo desarrollar ese “modelo de seguridad 2030” al que hizo referencia, para una reorganización territorial de la Guardia Civil en el ámbito rural, dejando atrás el modelo de pequeños cuarteles para apostar por centros comarcales dotados adecuadamente de recursos materiales y humanos.
A nada de estas cuestiones aludió ayer el ministro del Interior en su comparecencia. Dejando igualmente en el cajón mención a los guardias civiles que se han quitado la vida, cuestión ésta que demanda un nuevo protocolo de atención en caso de urgencia y necesidad. En este sentido AUGC viene proponiendo un cambio en el cuerpo de psicología de la Guardia Civil para dar cabida a especialistas no sometidos a la cadena de mando.
Desde AUGC echamos además de menos el anuncio de un próximo calendario de encuentros con las asociaciones profesionales, cuya interlocución resulta imprescindible para el desarrollo de todos estos asuntos.