En medio de la conmoción social que ha provocado el asesinato de Laura Luelmo, el Gobierno ha anunciado que en la próxima reforma del Código Penal se incluirán medidas para controlar a los condenados por delitos contra la libertad sexual tras su salida de prisión
Inevitablemente, esas medidas de control de estos delincuentes pasarían fundamentalmente por el empleo en esa función de guardias civiles y policías nacionales. Sin embargo, para AUGC este servicio sería hoy absolutamente irrealizable bajo el actual modelo policial, a lo que se añade la escasez de efectivos que padecen ambos cuerpos estatales.
Es evidente que la seguridad pública debe responder a las demandas de los ciudadanos y no a la inversa, por lo que ésta debe ser la que se adapte a las mismas de un modo eficaz, y no al revés. Esto pasa por la reforma integral del modelo policial, tal y como lleva años reclamando AUGC, que integre en uno solo los dos cuerpos policiales, o en su defecto establezca un nuevo modelo con competencias mucho más definidas, alta especialización y la recuperación de los efectivos perdidos.
Otra de nuestras propuestas pasa por la reorganización territorial de la Guardia Civil, dado que su actual presencia en el medio rural resulta totalmente ineficaz. Dicha reestructuración pasaría por la concentración de los pequeños puestos en potentes núcleos comarcales, dotados de los suficientes medios materiales y humanos para atender al ciudadano, con agentes especializados en la gestión de todo tipo de delincuencia, y muy en concreto en la atención a las víctimas de violencia de género.
Sólo así podría llevarse a cabo el plan anunciado por el Gobierno, algo inabordable en las actuales circunstancias. Desde AUGC celebramos el propósito, pero planteamos esa reforma integral de la seguridad pública como única vía para llevarlo a cabo. La sociedad nos lo demanda.