AUGC lleva años denunciando éstas deficiencias y la respuesta que recibimos es siempre la misma, nos reconocen el mal estado, pero contestan que se subsanarán las deficiencias cuando las condiciones presupuestarias lo permitan, esa es la frase tipo que se utiliza de manera mecánica. Sin embargo, nunca nos queda clara una cosa… ¿Qué son las condiciones presupuestarias? ¿Quién las decide?
La Guardia Civil es consciente del mal estado de las instalaciones y medios, así lo reconoce constantemente. Entonces, ¿Por qué destina anualmente el triple de dinero para protocolo que la Policía Nacional en lugar de destinarlo a lo realmente necesario? ¿Por qué se gastan el dinero en obras sin sentido como la reforma de un castillo que nunca se llegó a utilizar?
Desde AUGC lo tenemos muy claro, no estamos necesariamente ante una falta de presupuesto, estamos ante un caso de preferencias a la hora de destinar el dinero y la Guardia Civil no tiene como prioridad cumplir las disposiciones mínimas que, por Ley, han de reunir los puestos de trabajo para garantizar la salud de los trabajadores.
El ejemplo más evidente de que existe dinero, pero para lo que ellos quieren, lo tenemos con el Castillo de Maqueda (Toledo). Recientemente AUGC conocía que, mientras la Guardia Civil carece de presupuesto para que los Guardias Civiles trabajemos en unas condiciones dignas, no han escatimado en costes para poner en marcha un museo y por ello, elevamos consulta donde se nos confirmó lo que ya sabíamos, la Guardia Civil destinó casi 7 millones y medio de euros, en reformar el castillo de la localidad de Maqueda con la finalidad de convertirlo en un museo de la Guardia Civil. Pero finalmente el museo nunca llegó a abrir sus puertas y el despilfarro de millones de euros en la reforma de un castillo se convierte en una nueva frivolidad y pésima gestión por parte de quienes gestionan el Cuerpo, mientras los Guardias Civiles continuamos trabajando en unas dependencias tercermundistas en la mayoría de las ocasiones.
Dentro de la Administración existen personas que son quienes toman decisiones, y ante este despilfarro deberían pedirse responsabilidades a estos empleados públicos, por que cuando se trata de aplicar el régimen disciplinario a las escalas más básicas no se tiene miramiento alguno, por tanto cabe preguntarse: ¿Quién ha sido el responsable de semejante despilfarro de dinero? ¿Qué medidas se han adoptado contra semejante gasto innecesario? ¿Qué justificación han dado ante tal pésima gestión del dinero público?
Posiblemente nunca lo sabremos, así funciona la Guardia Civil. Pero desde luego algo nos ha quedado claro, y es que a partir de éste momento, no consentiremos la excusa de la falta de presupuesto para no cumplir las obligaciones en materia de instalaciones. Si no disponen de presupuesto, que se lo reclamen a quien permitió desembolsar más de 7 millones de euros en un edificio cerrado y que ahora quiere vender el Ministerio del Interior por mucho menos de lo que costó la obra.
Si el despliegue de la Guardia Civil, que han decidido el Gobierno y la cúpula de la Guardia Civil, establece que deben existir más de 2000 cuarteles, éstos han de estar en óptimas condiciones de uso y deben dotar de presupuesto suficiente para que así sea o, al menos, exigir responsabilidades a quienes malgastan el presupuesto que reciben.
En el mes de septiembre, desde AUGC, iniciaremos una campaña con el fin de concienciar a los compañeros y compañeras de los riesgos a los que se exponen en sus puestos de trabajo si no se encuentran en perfectas condiciones y de la necesidad de comunicar esas deficiencias para que sean reparadas. AUGC lleva años peleando por unas condiciones de trabajo dignas para los trabajadores de la Guardia Civil, y esto sí es una prioridad.