El GEAS, hacia su desaparición

El GEAS, hacia su desaparición

por Ildefonso Garcia Ruiz

GEAS
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La pésima gestión de la Dirección General de la Guardia Civil en relación a la aplicación de la Orden General de Jornada y Horarios, pone la primera piedra para que una de las especialidades mas valoradas por la sociedad, el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS), comience un declive operativo que la hará desaparecer.

Está especialidad se creó en el año 1981, pero desde los años sesenta ya prestaba servicio con dedicación vocación por servir a la sociedad, así como por la satisfacción de ayudar a muchas familias a recuperar a un ser querido cuanto antes. Estos guardias civiles de aquellos años prestaban el servicio sin compensación en horas, ni retribución económica alguna con una carga de trabajo sin referencia en riesgos laborales y sin parangón con otras policías.

Este celo benemérito ha sido a costa de la salud de los guardias civiles y también de sus familias. Sin embargo, llegado el momento de hacer justicia con estos años de sacrificio y servicios de horas sin descanso, resulta que una institución como la Benemérita no ha sabido conjugar la regulación de una jornada laboral con el derecho de los ciudanos a una policía de calidad, profesionalizada y dispuesta las 24 horas del día para una respuesta satisfactoria.

Este es el caso del servicio del GEAS que ante la impasividad de unos generales incapaces de valorar las especificidades de un servicio desarrollado en el medio acuático se ha convertido en un servicio inoperativo al no poder cubrir las 24 horas, los 365 días como es de esperar en un servicio de alerta y respuesta inmediata.

En 2014 se introduce en la normativa de la Guardia Civil la Orden de Jornada y Horarios (11/2014). Dicha norma, necesaria en la Guardia Civil e implementada con un retraso de 25 años con respecto a otras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, debe ir acompañada de un inminente aumento de plantilla, y esta carencia es lo que supone que los grupos GEAS no puedan estar 24 horas, 365 días. Esta Orden además no ha contando con el medio acuático, a pesar que durante las reuniones de su borrador, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) hizo repetidas veces alusión a ello. El medio acuático en especial para el GEAS, debe ser el punto de partida para confeccionar una Orden de Jornada destinada a ser efectiva para estos profesionales y eficaz para el servicio al ciudadano que sin duda es el fin que se pretende.

El nuevo régimen de horarios para una especialidad como el GEAS que se nueve en el medio acuático (lo que conlleva unos descansos singulares por su idiosincrasia), genera acumulación de horas, que deben necesariamente compensarse con jornadas de descanso, y sin personal que sustituya a esos componentes, resulta que el servicio se reisente en su propia identidad que no es otra que cubrir las 24 horas de disponibilidad a la ciudadanía.

No hay que olvidar que la introducción de esta Orden General de Jornada y Horarios viene por un incumplimiento reiterado del Gobierno de España en la aplicación de la Directiva Europea 2003/88 relativa a determinados aspectos de la ordenación del tiempo del trabajo con el colectivo de la Guardia Civil.

La propia Dirección General, con 42 Generales con misiones de alta gestión, no ha sabido adecuar y gestionar la Orden de forma que se pueda compatibilizar ambas cosas, el deber de proporcionar un servicio de calidad a los ciudadanos y el derecho de los guardias civiles y sus familias a conciliar la vida laboral y familiar.

La consecuencia no es otra que la falta de personal lo que sin duda repercute en una de las especialidades más sensibilizadas con el carácter humanitario que simboliza la Guardia Civil, el GEAS.

Hasta ahora se venía abusando de unos guardias civiles que no tenía derecho a descansar después de jornadas sin límite en tripletes y ahora que la Unión Europea obliga al Estado Español a reconocer el descanso de los guardias civiles es el Ministerio del Interior el que no garantiza el servicio a los ciudadanos.

Los especialistas del GEAS no entiende este sin sentido, ya que puede haber un servicio que se haga esperar, pero nunca relacionado con vidas humanas o fallecidos, la foto superior, corresponde a un buceador sacado con vida hace dos años, en una Cueva, su compañero ya estaba muerto, salvó la vida, por pocos minutos, pero la Guardia Civil estaba allí.

Pero lo que estimula a los buzos de la Guardia Civil, es salvaguardar la vida de las personas en primer lugar y recuperar un cadáver lo antes posible para evitar sufrimiento a esos familiares que a orillas de una playa de un pantano o en un río, pueden pasar toda una noche llorando y padeciendo una espera de una unidad GEAS.

Últimamente se están produciendo hechos hasta ahora impensables para los GEAS por la falta de personal y por la desorganización absoluta por parte de los altos mandos de la especialidad. No hay que olvidar que la inmediatez en la llegada de estos equipos facilita las labores de rescate y búsqueda así como las posteriores funciones de Policía Judicial ante el hallazgo de un cadáver y la posibilidad de una muerte violenta.

La específica preparación con la que cuentan los GEAS, el alto coste de su formación y los sofisticados medios con los que cuentan, se verá relegado a un uso limitado por falta de personal y lo que es más insólito a la participación ciudadana, que ya está acudiendo a colaborar con la Guardia Civil o Policía como buceadores deportivos que altruistamente ha participado en servicios de drogas, investigación policial, incluso rescate de fallecidos, ya que los GEAS o no estaban disponibles o al trasladarse de mucha distancia llegaban con retraso.

Un ejemplo es Huesca, que perteneciendo a la agrupación de Cataluña Gerona y Barcelona no adecúa su tiempo de respuesta a la realidad del rescate, lo que es intolerable para una unidad como el GEAS. Ante cuestiones como éstas hasta ahora no registradas los propios especialistas valoran un retraso de 50 años en cuanto a la respuesta y calidad del servicio.

Esta sinergia absurda de la DGGC lleva a que poco a poco los GEAS, si no dan respuesta a la inmediatez solicitada por la ciudadanía, que no olvidemos es a quien sirven, acaben por protagonizar la crónica de una muerte anunciada.

Adiós, GEAS.

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