Los Generales pretenden aprovechar el vacío de poder para imponer sus normas

Los Generales pretenden aprovechar el vacío de poder para imponer sus normas

por Ildefonso Garcia Ruiz

Generales Guardia Civil
Generales Guardia Civil

Con un Gobierno en funciones, y un Director General ausente, en espera de saber si habrá pronto un Ejecutivo en firme sin necesidad de pasar de nuevo por las urnas, y por tanto sin conocer quien ocupará el cargo de director en la Guardia Civil, AUGC asiste perpleja al aprovechamiento que el Generalato de la Guardia Civil está realizando de este periodo de indefinición para sacar ventaja de cara a sus intereses.

Así, en lugar de limitarse a gestionar estas semanas a la espera de que el panorama político se defina, la Dirección General ha acelerado intencionadamente la programación de grupos de trabajo con las asociaciones para así tratar de imponer sus criterios a los guardias civiles, antes de que una nueva etapa política pueda marcar las directrices a los altos mandos y pueda esto suponer un freno a sus afanes.

Y así, se han convocado nada menos que quince grupos de trabajo entre el 10 de febrero y el 31 de marzo. Es decir, en poco más de mes y medio. Es tal el entusiasmo del Generalato en este sentido que incluso parece faltarle días para encajar las reuniones en tan escaso margen de tiempo. De este modo, el 15 de marzo se ha programado un programa doble, con un grupo de Vacaciones para la mañana y otro sobre Residencia, Desplazamiento y Localización por la tarde. Grupo de trabajo este último que afecta al derecho fundamental de libre circulación, así como fijar el lugar de residencia.

Ante esto, una vez más AUGC debe denunciar el carácter antidemocrático de la cúpula de la Guardia Civil, que, como en aquel dicho en el que se afirmaba que los ratones bailaban en ausencia del gato, trata ahora de sacar ventaja de esta situación política transitoria para reafirmar su autoritarismo sobre los trabajadores del Cuerpo.

Es una muestra más del talante reaccionario de los responsables de una institución que sigue empeñada en hacer oídos sordos del mensaje que de manera rotunda le trasladaron el pasado 14 de noviembre más de 12.000 guardias civiles y sus familias en la Marea de Tricornios que discurrió en Madrid: que los guardias civiles estamos hartos de ser ciudadanos de segunda, y que reclamamos que de una vez por todas se atiendan nuestras demandas sociolaborales.

Pero sus cartas están a la vista, ya que sus prisas demuestran que, pese a sus desesperados intentos por perpetuar esta injusta situación, ellos mismos son conscientes de que el cambio en la Guardia Civil es imparable. AUGC sigue trabajando para que ese futuro con derechos llegue lo antes posible.

 

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