AUGC debe denunciar que continúa y se recrudece el acoso contra los guardias civiles en Cataluña por parte de los independentistas. Así, cerca de doscientos trabajadores del Cuerpo tendrán que abandonar hoy el hotel donde llevaban varios días alojados. La dirección del establecimiento se lo ha comunicado esta mañana.
Al parecer, la presión ejecida por el Ayuntamiento de Calella, localidad barcelonesa donde está ubicado el Hotel Vila, ha sido determinante en esta decisión, que se ha producido tras una noche en la que los agentes han sufrido durante varias horas el escrache de un par de centenares de personas que se agolparon en la calle frente al hotel. Tras una larga jornada de trabajo, los guardias civiles tuvieron que soportar gritos, insultos e incluso el lanzamiento de botellas hasta altas horas de la madrugada.
Los guardias civiles, pertenecientes a los GRS y a los GAR, además de otras unidades, se encuentran comisionados en Cataluña y proceden en todos los casos de otras comunidades, por lo que en estos momentos se encuentran a la espera de que se les encuentre otro acomodo, posiblemente en instalaciones del Ejército.
Desde AUGC observamos con creciente preocupación este clima de hostilidad hacia los guardias civiles, una situación que se ha desbocado en tan sólo unos días, y que dificulta enormemente el trabajo de los agentes en defensa de la legalidad y el orden en Cataluña.
En este sentido, hay que destacar que este acoso está ya provocando situaciones muy difíciles incluso en el seno familiar de trabajadores que hasta hace escasas fechas vivían plenamente integrados en Cataluña. Es el caso de un agente destinado en la provincia de Lleida, que esta mañana ha conocido que en el colegio de su hijo, de tan solo cinco años, el profesorado estaba relatando a los alumnos un discurso en el que se criticaba la actuación de los guardias civiles y los policías nacionales en la jornada de ayer.
Hablamos de guardias civiles que vivían perfectamente integrados en sus lugares de residencia y trabajo, pero que ahora afrontan unas graves situación de estrés y miedo ante la actitud de muchos de sus convecinos.
