Desde AUGC, asociación mayoritarita en la Guardia Civil, no vamos a consentir, permitir ni tolerar ningún retroceso en los exiguos derechos que con tanto sacrificio hemos conquistado los guardias civiles.
Ésta es la premisa y el punto de partida para iniciar el diálogo con la Dirección General de la Guardia Civil. A los guardias civiles nos sustenta la legitimidad de aspirar a una homologación de las condiciones económicas y laborales entre los distintos cuerpos policiales que operan en España. Y por supuesto para ello se han de producir avances significativos en nuestra jornada laboral, vacaciones e incentivos al rendimiento.
La puesta en marcha por parte de AUGC de una estrategia institucional de diálogo y de la convocatoria de numerosas concentraciones de protesta fijadas para el próximo 11 de diciembre por todo el país, ha constatado que han dado resultado. El intenso esfuerzo ha merecido la pena.
Tras la constatación de que el Ministerio del Interior ha intervenido para retirar el improcedente borrador sobre jornada laboral AUGC ha tomado la decisión de suspender las concentraciones convocadas. Hay que resaltar que la retirada del borrador se ha producido incluso en contra del propio criterio del director general de la Guardia Civil, Félix Azón, quien está entregado a los intereses de la cúpula del Cuerpo, dejando de lado los intereses legítimos de los guardias civiles.
En el día de ayer, y en un encuentro celebrado en Madrid donde se ha reunido el conjunto de nuestra organización, se ha tomado la decisión de suspender las concentraciones en tanto en cuanto se respete la postura de no retroceder en derechos. Pero el conflicto continúa, ya que se deben dar pasos para abordar e implementar en nuestra normativa los avances laborales en régimen de servicio, vacaciones e incentivos al rendimiento que los guardias civiles y sus familias merecen, y por cuyas carencias todavía a día de hoy son permanentemente discriminados entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
El riesgo de retroceder décadas en nuestros derechos ha sido, y aún continúa siendo, muy alto. Por este motivo, hasta que AUGC no ha tenido la convicción de que ha sido el Ministerio del Interior quien ha tomado la iniciativa de anular definitivamente los borradores y de no hacer retroceder las condiciones profesionales y sociales actuales no hemos acordado suspender las concentraciones anunciadas.
Pero desde luego la gestión del director de la Guardia Civil, Félix Azón, tiene un coste. Y es que la confianza con la asociación mayoritaria se ha quebrado. Esta estrategia de acoso y derribo a los intereses de los guardias civiles mediante “decretazos” supone un punto de inflexión. Sirva de ejemplo el nuevo Real Decreto sobre Destinos por el que más de un millar de guardias civiles han perdido su destino al sufrir una discapacidad, o en el Real Decreto de Sanidad por el que se desprende de su aplicación un grave perjuicio económico para los guardias civiles y sus familias.
Tampoco podemos olvidar la intencionalidad de aumentar las vacantes de libre designación para volver a instaurar un régimen de “dedocracia”, miles de puestos nombrados a dedo, siendo el anterior Real Decreto de Destinos retirado por los tribunales tras la acción de nuestros servicios jurídicos.
No acaba ahí la estrategia de recortes y retrocesos a los derechos de los guardias civiles impulsada por la Dirección General de la Guardia Civil, pues el Real Decreto de Sanidad que se trata de aprobar supone un brutal perjuicio económico para los guardias civiles que tenga la desdicha de padecer una enfermedad grave. A lo que se une una regulación específica de las incompatibilidades profesionales para los integrantes del Cuerpo, mucho más restrictiva que para el resto de funcionarios. Hasta el punto de que, si entrara en vigor, supondría prácticamente la imposibilidad de que un guardia civil ejerciera otra actividad profesional.
Sin embargo, y pese a la retirada final del borrador sobre jornada laboral, el mero hecho de que nos fuera presentado revela que existe una amenaza real contra los derechos de los guardias civiles, lo cual implica que a partir de ahora AUGC deberá estar más vigilante y expectante que nunca ante los posibles intentos futuros de menoscabar nuestros intereses. Que nadie lo dude: ante una nueva tentativa en retroceso de nuestros derechos la respuesta será contundente, no descartando ninguna medida de presión para salvaguardar nuestros derechos.
Finalmente, dar las gracias a los numerosos guardias civiles que han secundado la propuesta al Consejo promovida por AUGC, porque han sido muchos miles de peticiones las cursadas, así como el que se hayan sumado sin fisuras a acudir masivamente a las concentraciones frente a la Dirección General de la Guardia Civil y en las delegaciones de Gobierno en toda España, convocadas para el próximo 11 de diciembre.
Juntos somos más fuertes, lo hemos demostrado una vez más. Este es el camino para dar una respuesta unitaria a la involución en derechos que pretenden llevar a cabo contra los guardias civiles, en un claro abuso de poder. Unidos y cohesionados seguiremos defendiendo nuestros derechos, mejorando nuestras condiciones laborales y avanzando hacia un futuro de igualdad en derechos, pues en cuanto se forme nuevo Gobierno, AUGC pondrá todas sus energías en conseguir la equiparación total y absoluta. La salarial, por supuesto, y también la laboral, mediante un adecuado régimen de jornada laboral, productividad y vacaciones, en iguales condiciones que el resto de cuerpos policiales.
