Como cada primavera, los ciudadanos españoles, con independencia de su credo religioso o la carencia del mismo, volverán a costear el peregrinaje de un grupo de guardias civiles al santuario de Lourdes.
La expedición formará parte de la 59ª Peregrinación Militar Internacional a Lourdes, y estará integrada por estará compuesta por un total de 12 miembros de la Guardia Civil de las escalas de Oficiales, Suboficiales Cabos y Guardias Civiles y 1 Capellán, y se desarrollará desde el 18 al 22 de mayo de 2017.
A falta de conocer el coste total de esta actividad, cabe recordar que la celebrada el pasado año, con carácter de “comisión de servicio indemnizable” y con motivación “religiosa”, le supuso a los ciudadanos un desembolso de 10.851,92 euros, con todos los gastos pagados.
Un año más, AUGC debe volver a denunciar un dispendio ajeno a la función de la Guardia Civil, generado además por una actividad impropia de un cuerpo policial de un estado democrático y aconfesional. Este derroche se suma a otros conocidos recientemente, como la reforma por 50.000 euros de un pabellón en Madrid destinado al director general de la DGT, y de la que todavía esperamos las explicaciones oportunas por parte del director general de la Guardia Civil. Anteriormente supimos que los actos centrales del Pilar celebrados en Burgos el pasado octubre ascendieron nada menos que a 90.000 euros.
Estos alegres gastos tienen lugar, recordemos, en un cuerpo policial que continúa sin proveer a sus trabajadores de unos medios adecuados para llevar a cabo su trabajo. Que deben patrullar, por citar un ejemplo, en vehículos con más de 400.000 kilómetros, o costearse ellos mismos las mínimas reformas que sus viviendas requieren, eso si tienen la suerte de acceder a una. O que deben llevar a cabo sus tareas en oficinas destartaladas.
Al mismo tiempo, AUGC debe denunciar la falta de transparencia que impera en la Guardia Civil. En este sentido, a la ya citada ausencia de explicaciones por parte del Director General acerca del pabellón para el máximo responsable de la DGT han de sumarse la falta de datos desglosados por escalas acerca del destino de los tres millones de euros empleados en 2016 en trabajos en los pabellones, tal y como solicitó por escrito AUGC. Ahora es el turno de la peregrinación a Lourdes, cuyo coste de momento se desconoce.