El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha mostrado “asombro” por el hecho de que “nadie dijera que pasaba algo (irregular)” sobre la concesión de una vivienda de la Guardia Civil para residencia del director general de la DGT, Gregorio Serrano, durante “la reunión” del Consejo de la Guardia Civil que presidió el pasado miércoles 22 de marzo con las asociaciones profesionales de la Guardia Civil.
AUGC debe recordarle al Ministro que desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles -AUGC- la asociación mayoritaria en la Guardia Civil, con representación de mas de 31.000 miembros en un colectivo de un total de 77.000 efectivos, se le expuso al equipo que gestiona Zoido que el Ministerio de Interior debe acometer cambios en la Guardia Civil, entre ellos dotar a las asociaciones de interlocución válida para que el diálogo sea real y efectivo, y no excusarse en un acto protocolario para decir que ha mantenido una “reunión” con las asociaciones.
También quiere recomendar AUGC al Ministro que no busque culpables fuera, y que es él quien debe dar las explicaciones oportunas a los ciudadanos por esta situación que se ha dado a conocer ayer domingo. Culpar al mensajero no es propio de políticos responsables, y sí reconocer los posibles errores y ofrecer ante los ciudadanos un mensaje que deje claro qué es lo que ha ocurrido para que se haya producido esta presunta irregularidad.
Cabe recordarle al Ministro que los guardias civiles carecen del derecho de asociación sindical, y que mientras la Guardia Civil es la institución mas valorada por los ciudadanos, ahora es necesario que sea también la institución mas valorada de puertas adentro. AUGC cree que la democracia está en deuda con los guardias civiles, y vamos ya con retraso en traer transparencia y democracia a la Guardia Civil, y esto se hace con el reconocimiento de derechos. Es hora de acabar con las zonas de sombra en nuestra democracia. Esto se logra con el reconocimiento de derechos, también el derecho de asociación sindical, para lo cual nuestra Constitución se encuentra sabiamente preparada. Habrá que limitar estos derechos en lo estrictamente necesario para desarrollar nuestras funciones, pero es hora ya de su reconocimiento.
Hay que poner en marcha la maquinaria del cambio social en la Guardia Civil, para que se establezcan vasos comunicantes con la sociedad y así aportar transparencia y democracia a esta Institución. Y esto se hace otorgando derechos a los guardias civiles.
También cabe recordarle a Juan Ignacio Zoido que nuestra asociación lleva muchos años reclamando por el mal estado de los pabellones, cuyas obras de reparación deben costearse en muchos casos los propios guardias civiles. A esto cabe añadir su escasez, dado que en la escala de Cabos y Guardias carecen de ellos el 60% de los agentes.
Con esta situación resulta fácil entender la perplejidad e indignación con la que los miles de guardias civiles que carecen de pabellón, o que viven en uno en mal estado, han recibido la noticia de que una persona ajena al Cuerpo ha sido privilegiada con la concesión de una vivienda para la que se dedican nada menos que 50.000 euros en reformas.
AUGC vuelve a pedir al ministro del Interior que demuestre con hechos, y no con palabras, su compromiso en la mejora de las condiciones laborales de los guardias civiles.