El encomiable esfuerzo de los guardias civiles en la sede judicial de Torrevieja evitó una tragedia, al impedir que una joven se arrojara al vacío desde una tercera planta. AUGC Alicante desea felicitar a los agentes implicados por la profesionalidad demostrada en su intervención. Asimismo, recordamos a la nueva Directora General del Cuerpo, Mercedes González, que estas acciones deberían ser las que reciban el merecido reconocimiento. Es lamentable que, con motivo de la Festividad de la Virgen del Pilar, Patrona del Cuerpo, las condecoraciones tiendan a favorecer a aquellos menos expuestos al riesgo.
El suceso tuvo lugar durante la mañana del 19 de septiembre, cuando dos guardias civiles se encontraban prestando servicio en la Sede Judicial de Torrevieja. Ambos agentes eran los encargados de la custodia de las personas detenidas, y en ese momento recibieron la orden de presentar ante la autoridad judicial del Juzgado de Instrucción número 1 de dicha localidad a una joven de unos veinte años de edad, para que prestara declaración a consecuencia de los hechos por los cuales se encontraba privada de libertad.
Al llegar al rellano de la tercera planta del edificio, la joven, de manera sorpresiva y veloz, a pesar de estar perfectamente engrilletada, realizó un movimiento repentino y corrió hacia un gran ventanal que iluminaba las escaleras y que se encontraba abierto, con la clara intención de arrojarse al vacío. La joven logró sacar gran parte de su cuerpo al exterior antes de ser interceptada por los dos agentes, quienes consiguieron introducirla nuevamente al interior del edificio. En ese momento comenzó un violento forcejeo, ya que la detenida intentó nuevamente lanzarse al vacío, quedando medio cuerpo hacia el exterior. Los guardias civiles tuvieron que emplearse a fondo, ejerciendo la fuerza imprescindible para inmovilizarla, hasta que finalmente lograron calmarla de su estado de nerviosismo y alteración. En este proceso contaron con la colaboración del resto de funcionarios y del propio letrado de la joven, quienes también se encontraban en el lugar. Durante el forcejeo, ambos guardias civiles resultaron heridos con diversas lesiones, por las cuales tuvieron que ser atendidos en un centro hospitalario, aunque afortunadamente no revisten gravedad.
Desde la AUGC no podemos dejar de insistir en nuestras demandas para que los miembros de la Guardia Civil sean considerados, al igual que las policías autonómicas, como una profesión de riesgo. Como se puede comprobar, este tipo de incidentes durante sus servicios, así como otros más graves en los que participan a diario, exponen su integridad física en cuestión de segundos.
Asimismo, queremos trasladar nuestra más sincera felicitación a los guardias civiles que participaron en dicha actuación. A pesar de resultar con heridas leves, no dudaron en poner en riesgo sus vidas para evitar no solo un intento de fuga de una detenida, sino que esa persona sufriera consecuencias fatales o heridas graves debido a una caída violenta desde una altura de tres plantas.
Le recordamos a la recién nombrada Directora General de la Guardia Civil, Mercedes González, y a la cadena de mando, que este tipo de servicios son los que deben ser reconocidos y recompensados de manera justa. No es aceptable que, como a buen seguro ocurrirá en los próximos días con motivo de la Festividad de la Patrona del Cuerpo, la Virgen del Pilar, las felicitaciones y condecoraciones se repartan entre quienes no pisan las calles ni exponen su integridad, mientras que los guardias civiles que realizan los servicios más duros —los que trabajan de noche, los que se levantan a las cinco de la mañana, los que soportan el frío en invierno y el calor en verano sin aire acondicionado— quedan al margen, observando con tristeza e indignación.
