La Delegación de Almería de la Asociación Unificada de Guardias Civiles mantuvo una reunión ayer con el Subdelegado del Gobierno, José María Martín Fernández, para expresar las graves carencias que sufren los Guardias Civiles destinados en la provincia andaluza, explicarle cómo afectan las últimas decisiones políticas y sugerir las acciones que deberían impulsar desde los órganos gubernamentales para revertir la situación.
El modelo policial ha quedado obsoleto y faltan agentes, además de que cada vez los recursos personales están más mermados ante la creación de las Unidades fantasma. Este último aspecto tiene gran relevancia en la problemática expuesta, ya que el aumento de equipos no orgánicos detrae al personal de otras Unidades territoriales, normalmente de seguridad ciudadana, para emplearlos en otros cometidos. Las decisiones que hay detrás de este movimiento de Guardias Civiles repercuten directamente sobre la detección de las actividades delictivas; sin ir más lejos, estamos ante un aumento del narcotráfico y Almería es el mayor punto peninsular de entrada de inmigrantes.
Todos estos precedentes afectan a los Guardias Civiles en el desempeño diario de las funciones, y así lo trasladamos al Subdelegado del Gobierno en Almería. Son cuestiones que también impactan sobre la salud, ya que conciliar se convierte en algo complejo cuando aumenta la carga de trabajo ante la disminución de efectivos. Ocurre en el Valle del Almanzora. Además, en las Unidades pequeñas –de menos de cinco o diez agentes–, es difícil la tarea de coordinación con otras que tienen mayor tamaño. Si las dependencias no están debidamente habilitadas, como en el Puesto Principal de Roquetas de Mar, la situación es insostenible. Sus instalaciones no cubren las necesidades de los más de 190 Guardias Civiles que trabajan.
Reacción ante las decisiones políticas y gestiones sugeridas
En cuanto a los temas tratados con José María Martín Fernández y que acusan una vertiente más política figura el desconcierto ante la decisión de reestructurar el OCON-Sur. Estaba más que demostrado que es una Unidad muy efectiva y le transmitimos que resulta incomprensible. Por otro lado, comentamos que hay un gran desconocimiento con respecto a la gestión de los fondos anunciados de 30 millones para la Zona de Especial Singularidad.
La migración ilegal es otro de los asuntos para los que se necesitan respuestas y acciones por parte de los políticos. Los Ayuntamientos se deben implicar de forma directa y habilitar una zona de recepción segura de las personas que llegan para que después puedan ser dirigidos a los Centros de Atención Temporal de Extranjeros (CATE). Sería positivo que existiera un apoyo del personal de la Cruz Roja durante este traslado, como ya se hace en la Región de Murcia. El problema que disponen en la provincia vecina es similar, pero está abordado de mejor forma. Lo óptimo sería disponer de la ayuda de las Fuerzas Armadas cuando haya momentos en los que la situación se desborde, como ocurre en Ceuta.
En la misma línea, en Almería ni tan siquiera hay un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE). El CATE queda insuficiente ante las dimensiones que ha adquirido la migración y sin un CIE continuamos con el sistemático atasco logístico que presentan las diferentes Unidades de la Guardia Civil y de la Policía Nacional. Es relevante destacar que, de este modo, se reducirían también los riesgos sanitarios, tal y como señalamos al Subdelegado del Gobierno, José María Martín Fernández.
El trabajo que se presenta en Almería es mucho, las carencias que afectan a los Guardias Civiles son cuantiosas y a nivel político quedan cuestiones por resolver. La problemática existente no ha quedado totalmente expuesta en la reunión debido a su amplitud, pero agradecemos la reunión. El encuentro supone un cambio de parecer por acceder a reunirse con AUGC Almería. Han sido seis las ocasiones que se han negado a hablar con nosotros. Es cierto que no tienen obligación a escucharnos porque los Guardias Civiles no tenemos reconocido el derecho a sindicación, pero es de agradecer porque es una cuestión de voluntad. Seguiremos llamando y abriendo las puertas que nos quieran recibir para exponer los problemas que nos afectan y luchar por lograr cambios y mejoras.
