La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) de Cáceres desea comunicar a la opinión pública su preocupación por la forma de actuar por parte de la Jefatura de la Comandancia de Cáceres, que se parece más a un reino de Taifas que a una parte de la Guardia Civil en Extremadura.
Ya en los últimos meses hemos visto con estupor cómo sus decisiones sobre la forma de afrontar la pandemia COVID-19 ha llegado a poner en peligro la salud de los agentes y a sus familiares por sus decisiones, contrarias a toda lógica.
Ahora, nuevamente, nos llegan datos muy preocupantes sobre decisiones por parte del Teniente Coronel Campón, en este caso sobre la gestión de las autorizaciones para la conciliación de la vida familiar y laboral de los agentes en la provincia de Cáceres, y más en concreto las negativas o las concesiones a medias que están recibiendo los compañeros en la concesión de las reducciones de jornadas para poder atender a sus hijos.
Esta Comandancia no deja de sorprendernos en lo negativo, por sus decisiones siempre restrictivas con los derechos de los agentes, derechos reconocidos por las administraciones públicas, como son las reducciones de la jornada laboral por motivo de la conciliación familiar.
Y es que, las que se están concediendo últimamente, lo hacen con un apéndice en el que se restringe ese derecho, con el manido argumento de que “afecta al servicio”, justo cuando más lo necesitan los menores a cargo de nuestros compañeros. Es decir, poniendo trabas al horario solicitado por los agentes o se conceden excepto en las vacaciones de verano, Semana Santa y Navidad.
¿Pero qué tomadura de pelo es esta? Se obvia el derecho justo cuando más lo necesitan los menores, en periodo vacacional. Así, este reino de Taifas que es la comandancia de Cáceres interpreta un derecho como si fuese una gracia especial que ellos conceden y siempre con un criterio un tanto peculiar.
Daremos solo un par de ejemplos de la forma peculiar de gestionar, cuando menos cuestionable, por parte de la Jefatura de la Comandancia. El primer caso es el de una compañera destinada en un pueblo a 82 kilómetros de Cáceres, con dos hijos muy pequeños y que solicita una comisión de servicios en Cáceres y se la deniegan porque supuestamente afecta al servicio Según esto, que un agente pase en comisión y el resto de la unidad siga con su trabajo afecta a la capacidad de servicios de su unidad, y se le recomienda que pida un cambio de domicilio a Cáceres y se organice desde allí, a 82 kilómetros sin turnos de trabajo y con unos horarios imposibles, desde AUGC suponemos que para algunos mandos es muy fácil recomendar dejar a dos menores solos a las cinco de la mañana o no poder recogerlos en el colegio porque nos encontramos a una distancia imposible.
El segundo caso es el de una compañera destinada en Talayuela, a la que se le limita su derecho a la reducción de jornada tanto en el horario como en el periodo vacacional por el mismo motivo, este caso, si cabe, es más sangrante e incomprensible ya que esta agente tenia concedida la reducción de jornada desde 2015 sin mayor problema cuando tenía un hijo, ahora al volver a solicitarla, al tener otro hijo, le condicionan la reducción con el consabido cajón de sastre de que “afecta el servicio”.
Pero ese concepto no debería valer para todo, no es un comodín, sobre todo porque en ese puesto ahora hay dos agentes más destinados que en 2015. Y si en aquel momento no afectaba el servicio, ¿cómo es posible que en 2020 afecte cuando se disponen de más agentes? Por tanto, desde AUGC nos preguntamos qué ha cambiado en estos cinco años. La respuesta es sencilla, el jefe de la Comandancia y su nula empatía con la mujer en la Guardia Civil.
Si quedan dudas sobre la forma de actuar de esta Jefatura, queremos hacer una simple comparación entre dos situaciones idénticas y la respuesta diametralmente opuesta de solucionar estas cuestiones: Monroy y Talayuela son dos cuarteles de la Guardia Civil que tienen los mismos componentes destinados, pues bien; si todos son problemas en Talayuela y en el otro caso con un número similar de agentes, en el que solo uno de los agentes de esas unidades solicitan conciliar su vida familiar y laboral y por tanto seguir trabajando en el mismo sitio, por el contrario en el puesto de Monroy de los total de agentes hay cinco comisionados en Cáceres, sin mayor problema y sin que parezca ello afecte al servicio que presta esa unidad. Queremos preguntar al Teniente Coronel Campón: ¿nos podría explicar usted, cómo es posible que una agente afecte al servicio y a la capacidad operativa de un puesto, siguiendo trabajando en su unidad hasta el punto de limitarle un derecho y cinco agentes con las mismas circunstancias y que no trabajan en la unidad no afecten a la capacidad de servicio? Porque lo que parece, y lamentamos que sea así, es que sea una discriminación más y flagrante a la mujer en la Guardia civil.
Lo cierto es que tenemos pocas esperanzas sobre la respuesta que nos pueda dar el Teniente Coronel Campón y menos aún sobre una posible solución a estas situaciones anómalas, por ello queremos interpelar al General Jefe de la Zona de Extremadura, General Salinero, ¿hasta cuándo va a funcionar Cáceres como un pequeño cantón semindependiente, haciendo y deshaciendo a voluntad? ¿Por qué en la Comandancia de Badajoz no existen estos problemas?
En los últimos meses estamos asistiendo a una serie de despropósitos exclusivos de esta Comandancia, en Abril el doble de infectados de COVID 19 que Badajoz, en octubre un acto con más de 160 personas cuando la Junta de Extremadura tenia prohibidos este tipo de actos y finalmente esta manifiesta discriminación a las agentes en la provincia, ¿General Salinero, hasta cuándo vamos a ver estas diferencias de criterio entre las dos Comandancias?
Por último, queremos dirigirnos a la Delegada del Gobierno en Extremadura, Señora García Seco, este gobierno se precia de ser progresista y feminista, desde AUGC Cáceres le pedimos que ese discurso sea algo real y tangible, porque si no podríamos llegar a pensar que su discurso son meras palabras vacías. Tiene usted una gran oportunidad para demostrar que esto no es así, solo debe solucionar esta gran injusticia y discriminación con las madres y padres Guardias Civiles, que solo desean ser eso, madres y padres guardias civiles que puedan compatibilizar como cualquier trabajador su vida familiar y laboral.