En el día de hoy, hemos tenido conocimiento del Comunicado de la Fiscalía en el cual comunica el archivo de las diligencias sobre los hechos 24 de junio en la frontera de Melilla.
Desde AUGC mostramos nuestra indignación y preocupación en relación con que la Fiscalía ponga en la diana disciplinaria a los guardias civiles que actuaron en la frontera de Melilla el pasado día 24 de junio.
AUGC lleva años quejándose de falta de protocolos, sin que ningún gobierno nos escuche. Llevamos años denunciando la caducidad de cascos y escudos que se rompen ante las piedras y palos de quienes buscan una vida mejor. Llevamos años con escasez de plantillas para reforzar nuestras fronteras y, ahora la culpa de una nefasta gestión será de los guardias civiles, de trabajadores que lo está dando todo en la frontera ante la dejadez de quienes cobran y tienen cargos de responsabilidad, precisamente, para solucionar estos problemas.
Esperemos un poco de sensatez en la Dirección General y, especialmente, que quienes nos dirigen y en estos últimos años han impulsado el código de conducta recordando la antigua Cartilla del Duque de Ahumada, cuando uno de los cometidos encomendados a un agentes fue la vigilancia del Teatro Real de Madrid y el mantenimiento del orden público, al cual iba a acudir la reina Isabel II para su inauguración, con la orden tajante de que por determinadas calles, no podría pasar ningún tipo de carruajes. Ante la intención de sancionar a quien había cumplido las ordenes, al día, siguiente en el despacho de Narváez se presentó el Duque de Ahumada, con dos escritos, el primero era su propia dimisión y el segundo era el traslado del cabo, firmado por el jefe accidental encargado del mando de la Guardia Civil, tras su dimisión.
Así deberá actuar tanto el ministro como la directora general si quieren estar a la altura de la institución, ante el abandono que vienen sufriendo los guardias civiles encargados de la vigilancia de las fronteras.
Los servicios jurídicos de AUGC defenderán a los compañeros si finalmente se abren expedientes disciplinarios contra los mismos. No vamos a permitir que el eslabón más débil de la cadena sea quien sufra las consecuencias. En todo caso, serán una magnífica oportunidad para poner en evidencia, una vez más, las condiciones de trabajo en la frontera, la falta de medios y de protocolos.